SAN LUIS
Uno de los placeres en la vida de todo periodista es revisar periódicos viejos. Cuando más viejos, mejor. La tarde en que entramos al archivo del periódico para buscar la edición de El Nacional del 10 de julio de 1951, y los días siguientes a la aparición de Alfonso “Chico” Carrasquel en el Juego de Estrellas, sabíamos que pasaríamos un buen rato, hurgando en los micro films. ¿A cuántos de ustedes les gusta también revisar cómo era la publicidad, cómo se escribía en vuestro diario favorito, tres o cuatro décadas atrás? Para nosotros, está dicho, es un placer. Especialmente cuando se trata de revisar las páginas deportivas donde mucho tiempo después hemos tenido el privilegio de escribir.
Lo primero que saltó ante nuestra vista fue la importancia mediática del “Chico”. En una misma edición del periódico, fue posible encontrar tres o cuatro referencias diferentes al entonces campocorto estelar de los Medias Blancas, figura señera del Cervecería Caracas. Abelardo Raidi, por ejemplo, dedicó dos tips de su “Pantalla de los Jueves” del 12 de julio de 1951 a denotar asuntos relacionados con el torpedero capitalino. Uno hacía referencia a su estatus como segundo mejor bateador entre los shortstops de las grandes ligas, únicamente por detrás de Phil Rizzuto, quien venía de ser el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1950, pero fue el otro apunte el que más nos llamó la atención: “Carrasquelito, que ha ganado un dinero extra por concepto de derechos de publicidad, acaba de firmar un contrato exclusivo para Venezuela con ‘Anuncios Lyon’. A la vuelta de un año debe quitarle al ‘Mono’ Zuloaga el título de pelotero más rico”. Célebre es la anécdota que contaba el propio Carrasquel, acerca de su limitado inglés y cómo debió comer huevos durante largo tiempo, al sólo saber decir “eggs” al llegar al mostrador. Una crónica del legendario periodista cubano Eladio Secades pone en contexto aquel asunto y usa las limitaciones del caraqueño para resaltar el carácter del piloto de Chicago, Paul Richards, cuyo equipo ocupaba la vanguardia en la Liga Americana para sorpresa de muchos. Richards, transcribimos con exactitud, era “un manager que confía más en la psicología que en las estrategias manoseadas. La tesis la confirma la política que sigue con dos de los peloteros responsables del tremendo auge que han tomado los White Sox en este campeonato. Cuando Paul Richards habla de Carrasquelito en una entrevista que aparece en el último número del semanario Sporting News, sus palabras, mucho más que al técnico, revelan al psicólogo. Todos sabemos que, para Paul Richards, Chico Carrasquel es el mejor short-stop de las dos Ligas Mayores. En más de una ocasión ha dicho que en sus veintitrés años consagrados al deporte, no ha visto un par de manos de tanta solvencia y de tanto alcance para los fildeos. Carrasquel, muy joven y un poco tímido, posee conocimientos muy escasos del idioma inglés. Richards comprende el riesgo de perturbar la moral del muchacho con consejos, órdenes y explicaciones complicadas en un lenguaje que el atleta no domina. ¿Saben ustedes lo que hace? Lo deja que se desenvuelva por sí solo. Que haga lo que le indique su gran instinto de pelotero. ‘En lo que atañe a Carrasquel”, declara, “me siento a verlo jugar, sin decirle una sola palabra’. Sin decirle ni una sola palabra, el orgullo de Venezuela ha logrado que muchos en la actualidad lo consideren superior nada menos que al fenomenal Phil Rizzuto. ¡Que se dice enseguida!”.
San Luis recibe a sus visitantes con imágenes de Albert Pujols por doquier, pero la figura de Carrasquel está presente, medio siglo después de su aparición. Qué alegría.
Publicado el lunes 13 de julio de 2009.
