El designado de La Guaira espera repetir lo del año anterior, cuando se prendió después de un flojo inicio. De paso, agradece el apoyo del manager
Maximiliano Ramírez se quedó en el home, viendo la pelota recorrer más de 400 pies, hasta caer en la mitad de las gradas del centerfield, en el estadio Universitario, y salir a la calle, a través de uno de las entradas del público.
El designado de los Tiburones soltó entonces el bate y comenzó el recorrido entre las bases. Acababa de sentenciar el segundo de una doble tanda contra los Caribes, el domingo, pero su gesto no fue un desafío, por más que el ambiente estaba tenso entre ambos equipos, con pelotazos en ambos bandos.
«Me han tocado muchos turnos importantes, porque soy el cuarto bate, y no había podido dar el batazo», confesó Ramírez. «Todavía tengo mucho que aprender. Considero que aún soy un novato en esta liga, pues sólo tengo dos años».
Este casi recluta, grandeliga con los Rangers hace un año y ganador, a la sazón, del premio Novato del Año en la temporada 2008-2009, ha sido una fuerza en el lineup de La Guaira desde que explotó en la zafra pasada. Como entonces, confía en repetir la historia y terminar la eliminatoria con buen pie.
«El manager Carlos Subero me ha dado la confianza», continuó el caraqueño. «Aunque no he estado produciendo, me ha mantenido como cuarto bate. Pero voy a hacer los ajustes».
Ramírez cuenta que Subero ha estado detrás de él, dándole ánimos para que no se deje presionar por el average de apenas .229 que exhibe en la actualidad.
«Es algo mental», agregó el toletero. «Por eso, (el manager) todos los días me dice que haga mi trabajo, que me concentre. Queremos clasificar y lo vamos a lograr».
Algunas señales sugieren que la habilidad de Ramírez está allí, a pesar de su average. Suma 5 jonrones, a uno del liderato del circuito, y tiene respetables promedios de embasado (.358) y slugging (.458), lo que suma un OPS de .816 puntos, por debajo de lo esperado en un bateador de sus características, pero por arriba de la media liguera.
El slugger quiere ver crecer esas cifras, para darle un final feliz a un año difícil. Las lesiones en la muñeca izquierda, que le afectaron en los playoffs con La Guaira, en enero, recrudecieron en Estados Unidos y le impidieron volver a las mayores. Todavía usa una muñequera y sólo puede actuar como designado, pero afirma que su bajón no está relacionado con los problemas físicos.
«Ya no duele, nada que ver», aseveró. «A lo mejor ha sido porque no he podido estar en el campo, como receptor o primera base. Cuando estás en el campo, no piensas tanto en el bateo. Pero voy a terminar produciendo para el equipo. Igual que lo hice el año pasado».
El dato:
Maximiliano Ramírez sólo pudo batear .234 con 5 jonrones este año en triple A, en una temporada llena de lesiones, y por eso no regresó a las mayores
Publicado en El Nacional, el martes 10 de noviembre de 2009.
