Milwaukee espera por él

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Alcides Escobar hizo lo que le pidieron los Cerveceros y ahora va por más

Nadie lo veía más claro que Alcides Escobar, hace seis meses: «No tengo nada que demostrar para ser el shortstop regular de los Cardenales de Lara».

La frase del joven varguense carecía de soberbia. Estuvo, de hecho, acompañada por una aclaratoria: «Quiero jugar en Venezuela. Pero no sé si jugaré en el short, porque en el equipo somos muchos infielders».

Escobar es dueño de un guante privilegiado, suma dos pasantías por Grandes Ligas y es la próxima apuesta de Venezuela en la carrera por el Novato del Año de la Liga Nacional, luego de que Elvis Andrus obtuviera esta campaña el segundo lugar en la votación de la Liga Americana.

El nativo de La Sabana ha mostrado gran velocidad en las menores, y en dos ocasiones ha estado en el Juego de Estrellas del Futuro, tal es su estatus en las granjas de los Cerveceros de Milwaukee.

Escobar, sin embargo, pertenece en su país a una organización donde abundan los jugadores de cuadro con talento y experiencia. Con Lara militan César Izturis y Miguel Cairo, José López y Luis Valbuena. No es fácil disponer de un lugar en el lineup de los pájaros rojos, si todos dicen presente.

Por fortuna, las paradas cortas de la novena crepuscular quedaron en manos de este prospecto de 23 años de edad en la temporada 2009-2010. Y gracias a ello, un nuevo campeón de bateo exhibe con orgullo un promedio de .393 puntos, el mejor de la ronda eliminatoria en el circuito suramericano.

Las palabras que Escobar pronunció en el Busch Stadium de San Luis en julio, horas antes de protagonizar el Juego de Estrellas del Futuro, se convirtieron en una profecía.

«Me dieron la oportunidad y la pude aprovechar al máximo», justifica el paracorto. «Me sentí feliz. Sobre todo porque pude ayudar al equipo».

LA CONFIANZA DE MILWAUKEE
Escobar es apenas el cuarto toletero que termina con más de .390 en una temporada en la pelota de Venezuela, contando los últimos 40 años. La cortísima lista incluye los nombres de Dave Parker, Bobby Abreu y Pablo Sandoval.

Haber desafiado a la historia y estar a pocos hits de terminar con .400 no parece asombrar al torpedero, quien prefiere hablar de su trabajo antes que opinar sobre retrospectivas.

«Hice muchos ajustes en el home», señala Escobar. «Trabajé mucho para poder batear así. Muchas veces llegué a estar en cuenta completa de tres y dos. Vi muchos pitcheos».

No es poca cosa. El prospecto siempre ha sido consistente con el madero. Dejó .293 de promedio a su paso por las menores y ha ligado para .310 en 129 turnos con Milwaukee. Tomar bases por bolas, sin embargo, no era su fuerte.

«La gente de los Cerveceros me pidió que trabajara más a los pitchers contrarios», continúa. «Es lo que hice. Nunca pensé que iba a batear .400, pero estoy feliz, porque me salieron bien las cosas».

Los Cardenales quedaron fuera, al término de la eliminatoria. El sábado perdieron un juego extra de desempate contra las Águilas del Zulia y salieron de la carrera. Pero Escobar no tiene otros motivos para sentirse desanimado, pues cumplió con el mandado.

Luego de tomar apenas 140 boletos y recibir 408 ponches en su trayecto de 2.571 turnos entre la categoría de novatos y Triple A, este venezolano menudo, ágil y delgado mejoró hasta reunir 14 transferencias y poncharse sólo 17 veces en 173 turnos mientras defendió a los pájaros rojos. Dejó .440 de promedio de embasamiento.

El cambio que llevó a J.J. Hardy fuera de Milwaukee debiera contarse entre las razones por las que Escobar pudo relajarse y producir a sus anchas. Con Hardy como nuevo campocorto de los Mellizos de Minnesota, aquel tiene el camino libre en el norte, del mismo modo que le ocurrió en su país, al no presentarse Izturis.

«Estoy contento porque decidieron darme la oportunidad, pero Hardy y yo somos buenos amigos», advirtió. «Compartimos mucho en las menores y no me alegré porque lo cambiaran. Pero claro, me están demostrando confianza, al darme la posición en las Grandes Ligas».

Lo que haga con esa confianza está por verse, pero hay motivos para creer que puede ser mucho.

Sus manos y su brazo le tienen a punto de empezar el camino que un día iniciaron Alfonso «Chico» Carrasquel, Luis Aparicio, David Concepción, Ozzie Guillén y Omar Vizquel. Viene de robarse 42 bases en 52 intentos en Triple A, y 17 en 20 ocasiones en Venezuela.

Con buena defensiva, velocidad y contacto, Escobar tiene los ingredientes para emular la campaña de Andrus este año con los Vigilantes de Texas e incluso ir más allá. Pero cuando se le pregunta por eso y por el chance de ser Novato del Año, se encoge de hombros, con la misma seguridad que mostró hace seis meses en el Busch Stadium de San Luis.

«Sé bien lo que puedo hacer», apuntó. «No puedo asegurar que será mejor o peor que lo hecho por Elvis, pero voy a ir a Milwaukee a hacer mi trabajo. Y hacerlo bien».

De cómo mejoró Alcides Escobar
ES CUESTIÓN DE TENER PACIENCIA

La relación entre ponches y boletos tiene que haber sido la razón determinante para que Alcides Escobar floreciera a tal punto de ser el mejor toletero en Venezuela.

En los 2.571 turnos que el bateador derecho consumió en las menores, recibió 140 bases por bolas y fue guillotinado 408 veces. Eso da una relación de 2,91 ponches por cada transferencia, además de un pasaporte por cada 18 viajes al home.

En los 173 turnos que acumuló en la campaña 20092010, sumó 14 pasajes gratuitos y 17 abanicados. La relación mejoró a 1,21 ponchados por cada base regalada, así como un boleto por cada 12 veces al bate.

Hay otro detalle que habla del aprendizaje de Escobar en su pasantía con los encarnados: en las menores fue out por la vía de los tres strikes una vez cada 6,3 turnos, contra una por cada 10,2 viajes en la recién terminada campaña.

Es fácil entender porqué Milwaukee embarcó a J.J. Hardy rumbo a Minnesota. No hay sólo un móvil económico.

El club de los .390
Alcides Escobar es el duodécimo bateador que conecta para .390 o más de average en la liga venezolana, contando a todos los toleteros con 124 turnos al bate o más. La cantidad no es caprichosa: responde al total de Bobby Abreu cuando fue campeón bate en la 98-99, imponiendo una marca para el beisbol de su país, con .419 puntos. La lista está poblada de leyendas y notables productores, pero resulta más sobresaliente al analizar los últimos 40 años y encontrar que únicamente cuatro hombres han conectado para .393 o más: Dave Parker, Pablo Sandoval, Abreu y Escobar. Vaya buen augurio.

Publicado en ESPNdeportes, el martes 29 de diciembre de 2009.

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Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor, y escribo sobre beisbol desde 1985. Durante 33 años fui pasante, reportero y columnista en El Nacional, ESPN y MLB.com, y ahora dirijo ElEmergente.com. También soy comentarista en el circuito radial de Cardenales de Lara y Televen. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

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