El despido de Eduardo Pérez
Las Águilas del Zulia despidieron a Eduardo Pérez, quien metió al equipo dos veces seguidas en la postemporada, después de siete años de fracasos. ¿Por qué?
Zulia anunció una fiesta para esta temporada, la de su cuadragésimo aniversario, y terminó con una eliminación triste, sazonada con el despido del manager Eduardo Pérez, una medida que tiñó de escándalo el cierre de la 2009-2010.
Los pilotos van y vienen, según los resultados, pero la salida del ex receptor tuvo ribetes innecesarios, rayanos en la humillación.
¿Por qué no esperar al final de la campaña, siendo que a las Águilas les quedaba menos de una semana de acción? ¿Por qué alegar primero que el feo incidente entre el técnico y su antesalista, Kenny Pérez, ocurrido la noche anterior, fue el disparador del despido, para después decir que el asunto nada tuvo que ver, una vez que tanto el estratega como el jugador declararon que fue un malentendido?
Al estratega se le puede criticar como dirigente, pero no hallamos en qué se benefició el equipo al tomar la medida ahora.
La conclusión primera es fácil: basta haber seguido los pasos de la institución rapaz en el último año para deducir que el coach de los Bravos de Atlanta fue víctima de su mala relación con el alto mando. Y eso, lamentablemente, puede significar malas noticias para la legión occidental.
Luis Rodolfo Machado, gerente general y copropietario de los aguiluchos, clamó que la fanaticada pidió la cabeza de Pérez y que la situación podría tornarse violenta, por lo que era mejor despedirle y no poner en riesgo la integridad física del nativo de Ciudad Ojeda. Este fue uno de los increíbles argumentos para justificar la decisión.
No creemos que Maracaibo sea el Salvaje Oeste ni que la vida del dirigente estuviera en peligro. Pero si fuera cierto eso de que la afición exigía la medida, la directiva zuliana ha hipotecado su futuro.
Siempre recordamos cómo Julio Grondona, presidente de la Asociación de Fútbol Argentina, justificaba el hecho de que nunca destituyera a un director técnico en plena eliminatoria a un Mundial; decía el presidente de la AFA que la primera vez que se dejara llevar por la opinión pública quedaría atado a los vaivenes de la masa, que a su vez se envalentonaría, sabiendo que su presión puede tener resultado, creando así una espiral inmanejable.
Despedir a un manager por lo que grita la tribuna no tiene sentido, a menos que sea claro que el técnico en cuestión no rendirá frutos para la divisa; y si es así, el argumento para despedirle debe ser este, y no aquel.
El verdadero motivo de la salida de Pérez estuvo en la distancia que se creó entre él y una parte mayoritaria de la directiva.
Pérez acusó directamente a Rubén Amaro, pero fueron memorables sus declaraciones a la prensa en referencia a la gerencia general y al gerente deportivo Jorge Uribarrí, cuando éstos le trajeron importados que él decía no haber pedido o realizaron cambios de peloteros sin tomar en cuenta su opinión.
Hay algo claro: deportivamente no había razón para salir de él. Zulia clasificó sólo en una de las siete zafras anteriores a la llegada del ex catcher, a partir de la 2001-2002, y Pérez cambió ese rostro perdedor, metiendo al equipo dos veces seguidas en la postemporada.
Esta vez lo hizo, además, con un staff de lanzadores con 4.99 de efectividad, a pesar de jugar como local en el Luis Aparicio, un estadio que beneficia el pitcheo sobre la ofensiva; lo hizo con una alineación que sólo anotó más carreras que los Caribes, el más débil entre todos los participantes de este campeonato; y lo hizo con la peor defensiva del torneo, que permitió 61 anotaciones inmerecidas en la eliminatoria.
El premio a esas dos clasificaciones seguidas fue despedirlo de un modo humillante.
Una lástima. No era ese el modo de completar el cuadragésimo aniversario de la institución, ni asumió la directiva, con esa medida, la parte de responsabilidad, muy importante, que tuvo al final en el naufragio.
Publicado en El Nacional, el domingo 17 de enero de 2010.
Nadie podria decirlo mejor. Pero Eduardo, no generalices, no todos los fanaticos estabamos contra ti. (En alusion a la entrevista publicada en el diario Panorama hoy 17-01-10)
Esto pasa hasta en las altas gerencias de las empresas mas grandes del mundo, antes q asumir una culpa prefieren buscar culpables y si yo no quiero echarme a mi equipo encima mejor destituyo a la cabeza.. Eduardo para nosotros fue y sera un gerrero que se fajo con pocas herramientas en dejar el nombre de las Aguilas bien en alto. Esta decision tendra sus consecuencias a las larga, y no por el hecho como tal sino por como fue tomadam
yo como verdadero aguilucho apoyo a eduardo perez…. que mala gerencia tenemos, fuera luis rodolfo machado
Es una gran tristeza lo ocurrido en el equipo con mas garra del besibol venezolano, es muy probable que haya ocurrido eso "que hicieron cambios sin consultar al manager (la cabeza del equipo en el terreno)". Pero la forma como fue despedido Eduardo no fue la correcta.
Las Aguilas necesitan poner un poco mas de cerebro y menos de garra en el concepto de equipo que quieren tener.
Eduardo incluso tuvo algun merito en lograr que su equipo, con un deficit de 67 carreras en 64 juegos, clasificaran para el round-robin, por sobre un equipo como Cardenales que al contrario de ellos anotaron mas carreras que las que permitieron, y aun asi quedaron eliminados (ese si fue un equipo mal dirigido).
RENE TORO COMENTA ACERCA DEL ARTICULO DE IGNACIO SERRANO:
Es doloroso el epitafio de las Aguilas en esta temporada. La contratación de Eduardo Pérez el año pasado auguraba cosas buenas, pero…
Yo escuché todos los juegos del equipo en esta temporada y francamente Eduardo me impresionó como de estar muy presionado. Insistió y confió mucho en algunos jugadores como Luis Bolívar y Luis Oliveros y descartó temprano a otros como a Juan Apodaca, Marcel Prado o Marcos Tábata.Nunca hubo una estructura o comité de pitcheo para los juegos, como puede observarse en equipos como los Tigres y esto es imputable a eduardo, al menos a simple vista.
Pero es tambien cierto que una vez mas se observan desde afuera uno de los males crónicos de las aguilas del zulia que es la dependedera del pitcheo foráneo, en el cual se esperó en exceso por el lesionado Austin y muy poco por Pat Venditte. Era previsible también que desde la 3ª semana de Noviembre, tanto a Locke como a Kenny Perez le estaba quedando grande la liga.
En apariencia, Eduardo Pérez había logrado crear un buen ambiente en la cueva y un liderazgo entre sus jugadores. La gerencia de Aguilas crónicamente ha salido de sus mejores jugadores a cambio de nada, por discordantes (supongo). En esta ocasión, el manager,ruben amaro y urribarri no parecieron estar cohesionados, por decir lo menos. Mientras el resto de la liga se moderniza, el equipo interno de las aguilas no "hace equipo" entre si
PREGUNTA PARA IGNACIO SERRANO DE RENE TORO:
El año antepasado en una entrevista que le hicieron a Guillermo Rodriguez cuando jugaba para las Águilas, le preguntaron el por que el equipo jugaba mejor en la carretera que en casa (11-20). Guillermo argumentó que jugaban relajados y sin presión fuera del Luis Aparicio, donde por el contrario eran muy insultados por el público.
Es esto realmente cierto? De ser así, hay que mirarse en el espejo de los fanáticos de La Guaira.
Soy Aguilucho caraqueño. Mi afición comenzó por el glorioso equipo Industriales del Valencia, cuya franquicia es heredada por la Aguilas
que la gerencia ha sido es y sera la principal causante de lo que haga el equipo es una verdad como una casa, pero lo que tambien es verdad es lo poco acertado que estuvo eduardo en el manejo del equipo, no se vio jugadas de rutinas, como robo de bases, bateo y corrido, siendo que teniamos a los bateadores mas habiles del campeonato, es insolito como a principio de temporada teniendo a dos gacelas como sutil y garcia no se les halla sacado provecho en las bases, porque vaya que se embasaron estos muchachos, tampoco se puede ocultar el mal manejo de los pitchers por parte de eduardo, tampoco es q tenia una rotacion o relevo aceptable, pero cuando estos pitchers aguantaban, eduardo los dejaba de mas y luego llegaba la hecatombe, creo que si se ha de buscar culpables, debe haber coresponsabilidad entre, gerencia/manager/peloteros, ya que estos ultimos dejaron mucho q desear en defensa, que i un equipo de pequeñas ligas eh!, saludos.
Excelente el artículo de Serrano, como la mayoría de los que escribe. Creo que el haber despedido a Eduardo Pérez de esta manera, fue totalmente inapropiado. Si bien, a mi parecer, se cometieron errores en el manejo de los pitchers, es cierto también que las Águilas no contaban con un gran staff de relevo, al punto que hasta de Chris Hernández, nuestro Gran Cerrador, tuvimos que desconfiar por casi un mes (segunda quincena de diciembre, primera semana de Enero). Eddy Pérez nos regresó al Round Robin, el año pasado con un equipo de 8 peloteros de posición (Parra valió por 3), 3 pitchers abridores (Austen, Totten y otro importado que no recuerdo) y 2 relevistas(Arteada y C.Hernández), NO HABÍA MAS, NO HABÍA BANCA! y este año, con ese desastre de relevistas(los llamados Nasty-Boys) pésima defensiva y el temporadón del Novato del Año y MVP, llegamos de nuevo a clasificar. Con poco material, muy buenos resultados. Una lástima, porque creo que no habrá manera de tener de vuelta a uno de los mejores alumnos de uno de los mejores managers de las GL (Bobby Cox). Saludos,
P.s: La franquicia que compraron los Machado para fundar las Águilaz, fue el Llaneros de Acarigua, no el Industriales de Valencia.
RENE TORO ACLARA: El equipo Industriales de Valencia vendio la franquicia a los Llaneros de Acarigua, quines solo duraron una temporada, para luego ser adquirida por la familia Machado.
En ese equipo jugaban Gustavo Gil, Dámaso Blanco, Roberto Muñoz, Teolindo Acosta, Luis Rodriguez (un outfield), entre otros, que al desaparecer el equipo valenciano fueron a otros equipos parfa seguir siendo exitosos como Roberto Muñoz en Aragua y Gustavo Gil con Dámaso Blanco en Magallanes