El manager insular celebra las incorporaciones que ha tenido el equipo. La llegada de Jason Lane, Chris Carter y Yorvit Torrealba da otro rostro a los margariteños, según el piloto
Luis Dorante sonrió cuando vio practicar a Yorvit Torrealba en el estadio Universitario, a comienzos de semana.
La incorporación del grandeliga de los Rangers de Texas era una noticia esperada desde hacía mucho en la tropa insular, que desde esta semana cuentan con todas sus herramientas criollas, salvo aquellas que recibieron prohibiciones desde el beisbol del norte: los pitchers Felipe Paulino y Aníbal Sánchez.
“La ofensiva va a mejorar”, aseguró el manager de los Bravos. “Con Yorvit y la llegada de Jason Lane y Chris Carter, este equipo va a batear más”.
Lane y Carter, dos veteranos de esta liga, se estrenaron hace días y dotaron a Margarita de dos maderos con fuerza suficiente para dar jonrones con frecuencia. Carter incluso viene de una buena pasantía con los Mets de Nueva York, aunque actualmente es agente libre.
Dorante, sin embargo, asegura que siempre creyó a los suyos capaces de anotar muchas más carreras de las que hasta ahora han conseguido.
“No nos hemos caracterizado por ganar gracias a nuestra ofensiva, pero el bateo siempre ha estado allí”, afirmó el estratega. “La diferencia se ha notado en las últimas dos semanas, desde que ‘Bam-Bam’ se unió a nosotros. Ha hecho tremendo trabajo”.
“Bam-Bam” es Hensley Meulens, el instructor de bateo de los Gigantes de San Francisco, cuya demora se debió, precisamente, a su empleo como técnico del equipo ganador de la última Serie Mundial.
“Cada día puede vérsele trabajando con todos, para mejorar nuestro bateo”, prosiguió Dorante. “Ha sido eso lo que nos ha ayudado a sacudirnos de la sequía”.
Ningún equipo tardó tanto en dar su primer jonrón como los Bravos, que necesitaron casi tres semanas para sumar un estacazo. Y aunque ya superan a las Águilas, Tiburones, Navegantes y Cardenales en ese departamento, aún tienen asignaturas pendientes.
Sólo La Guaira, con 160, tiene menos anotadas que Margarita, cuya cifra está en 162, contando hasta este sábado. Peor todavía, los neoespartanos han disputado tres duelos más que los escualos.
La ofensiva colectiva de los isleños explica esa cantidad de anotadas: su average de .238 es el más bajo del circuito; lo mismo ocurre con su promedio de embasado, que es de .314, y el slugging es de .349 únicamente.
A Dorante no le preocupan esas estadísticas. La llegada de Torrealba, Carter, Lane y Jacob Blackwood, más el despliegue de Frank Díaz y el aporte del novato Wilmer Flores, atornillado como tercer bate del equipo, prometen tiempos mejores en la recta final. Además, el dirigente tiene cómo sacarle cuerpo a esos apremios.
“Nosotros no pensamos en esas cosas, porque vamos día a día, juego a juego”, razonó.
Bravos es el equipo que menos bases por bolas ha regalado a sus contrarios, 118, esta temporada. Es una de las razones por las que han peleado la punta, a pesar de la sequía ofensiva que sufrieron en la primera mitad de campeonato
El pitcheo ha sido la baza principal de los Bravos esta campaña y Luis Ramírez ha sido una pieza fundamental en el staff. “Para mí, es el mejor setup de la liga”, indicó el manager Luis Dorante. “Hizo un gran trabajo como cerrador, y cuando llegó (Ronald) Belisario, entendió perfectamente cuál era su rol. Está demostrando que todo lo que hizo en México no fue casualidad”. Ramírez se ha convertido en el dueño del octavo inning. Tiene 1.64 de efectividad, 2 victorias, 2 salvados y ninguna derrota. Mejor aún, tiene 22 ponches y 9 boletos en 22 entradas, con 13 holds. Es el líder de ese último departamento, con larga diferencia: su escolta es su compañero Reneé Cortez, con 9, y muy detrás vienen después Scott Patterson, Yoel Hernández y Lino Urdaneta, con 5.
