Con los cantos que se escuchan en la Caldera del Diablo como música de fondo, Anzoátegui venció a Aragua ayer y aumentó su ventaja en la final
PUERTO LA CRUZ
Los Caribes aplicaron la receta del primer día y aumentaron su delantera, al ganar a los Tigres este lunes el segundo de la final.
Una lluvia de batazos, incluyendo dos tubeyes y un cuadrangular, volvió a darle una ventaja inalcanzable a la tribu, que otra vez contó con un relevista largo capaz de compensar el fracaso de sus abridores —ahora Alex Herrera, antes el novato Eduardo Figueroa—, para darle chance a Anzoátegui de venir de atrás nuevamente y permitirle al manager Julio Franco ganarle al Aragua la partida de ajedrez, 8 carreras por 7, en el estadio Alfonso “Chico” Carrasquel.
Herrera y la poderosa alineación oriental compensaron con creces el fracaso de Ramón Ramírez, quien sólo completó dos innings y se fue a las duchas con el marcador en contra, 5 carreras por 3.
“Las series cortas se ganan con buena defensiva y buen pitcheo”, terció Franco con reposo y desparpajo. Los hechos le contradicen. Este lunes su equipo cometió el primer error de la serie (y han podido anotarle dos) y sus serpentineros tienen 5.50 de efectividad. Si ganó los dos primeros, fue por la fuerza de su lineup.
Eso no quedó mejor demostrado que en el quinto acto, cuando los aborígenes le dieron la vuelta a la pizarra con un rally de cuatro anotaciones, su segundo ramillete de cuatro en dos días.
El mexicano Walter Silva, que lució mejor que el viernes, volvió a ser castigado y se fue del choque con dos en las bases por hits y un out. Y como Franco esta vez mezcló a zurdos y derechos en la alineación, obligó a su rival Buddy Bailey a ser más activo con su bullpen, ganándole la mano.
Porque Carlos Vásquez le dio boleto a Josh Kroeger, para llenar las almohadillas, y luego Yorman Bazardo, que parece devastado por una agotadora campaña, golpeó a César Suárez, para forzar una rayita, y encajó de inmediato el tubey barrebases de Luis Jiménez, que puso arriba a los indígenas 7 por 5, de una vez y para siempre.
Esa ventaja fue inalcanzable debido a que Herrera fue el mismo pitcher que una vez contó con el apelativo de as. Tendió el puente nada menos que entre el tercero y el séptimo pasajes, evitando males mayores, y le permitió a Franco repetir la dosis de la noche antes, con seis relevistas para conseguir los últimos ocho outs.
“Algunos de nuestros bateadores están sufriendo para producir, nos están haciendo mucho daño con los pitcheos quebrados y habrá cambios en el orden”, analizó Bailey, después de ver a sus dirigidos desaprovechar la ocasión de empatar.
José Cabrera salvó por segundo día al hilo, poniendo a todos sus rivales al menos en dos strikes. Ha visto a siete hombres y nadie se le ha embasado.
La suerte sonríe a los Caribes, con justicia. Pero estos Tigres están en su octava final en menos de una década. Conviene ser prudentes y recordar que Magallanes, hace menos de un año, también salió adelante en los primeros dos juegos, sin poder celebrar al final.
Aún quedan varias batallas, antes de terminar.
Dominar a los hombres grandes de Aragua. Entre Alex Romero y Wilson Ramos batean .182 con hombres en circulación
Alex Herrera. Perdió su lugar en la rotación, con una mala semifinal, pero supo tender el puente entre el tercero y el séptimo inning
Endy Chávez sólo tiene permiso de los Rangers para jugar hasta mañana, pues debe someterse a exámenes médicos en Estados Unidos. Intenta obtener permiso para seguir… Omar Infante visitó a sus compañeros indígenas antes del choque y Magglio Ordóñez volvió a presenciar el encuentro… Walter Silva ha permitido 9 carreras en los 5 innings que ha lanzado en Venezuela… Alex Romero bateó un infieldhit en 4 viajes y tiene .125 de average en la final, el mismo promedio de Wilson Ramos, quien se fue de 5-1… No hubo asistencia oficial por parte del departamento de prensa de los Caribes.
Publicado en El Nacional, el martes 25 de enero de 2011.