Seth Etherton y Ramón Ramírez se enfrentan en el quinto juego. Los abridores de este viernes vienen de sus peores salidas en la postemporada, pero tienen credenciales para rebotar y hacerlo bien
MARACAY
Ramón Ramírez y Seth Etherton tendrán este viernes la oportunidad de demostrar que su infortunado debut en esta final no fue sino el producto de un mal día, cuando se enfrenten en el estadio José Pérez Colmenares, durante el quinto juego de la serie.
Ramírez, quien explotó en Puerto La Cruz después de sólo dos episodios, fue adelantado un día en la rotación por el manager Julio Franco, en busca de darle forma al staff de los Caribes en un momento decisivo.
Etherton va con sus días regulares de descanso. El pitcher a quien todos querían (Anzoátegui y Caracas planeaban tomarle en el draft de sustituciones, de haber podido hacerlo) salió del primer duelo de la final después de sólo 3.2 innings, en los que permitió seis carreras.
“Ellos tienen un lineup muy agresivo, y (el ‘Chico’ Carrasquel) es un parque para bateadores”, razonó el derecho californiano. “Pero sólo fue una mala salida. No tengo nada que cambiar, sólo debo mantener la bola bajita”.
Etherton tiene motivos para el optimismo, a pesar del cansancio que no niega. Sus números en el José Pérez Colmenares demuestran que ha sido màs efectivo en casa, con 1.85 de efectividad, respecto a la carretera, donde tuvo 4.13, sin contar su desatrosa presentación dominical.
“A todos les gusta más jugar en casa, con su público, y tanto este montículo como este parque son buenos para mí”, explicó.
Ramírez también intentará parecerse al lanzador que entre la ronda eliminatoria y el round robin dejó efectividad de 2.11 en 64 entradas y no al pitcher descontrolado del segundo desafío. Si lo consigue, Caribes tendrá la oportunidad de ganar, según el coach Mike Álvarez, a quien no le preocupa que el derecho tenga sólo tres días de descanso.
“Era la opción lógica”, dijo el instructor. “Lanzó muy poco en ese encuentro y estará listo. De hecho pidió el partido (de ayer) y aunque preferimos ir con Eduardo Figueroa, esa es la actitud que nos gusta en nuestros peloteros”.
Álvarez lo discutió con Franco y decidieron que lo mejor hoy para la tribu era Ramírez.
El aragüeño dejó un WHIP de 1.30 en la temporada, pero en la final regaló cinco boletos y encajó un doble y un jonrón.
“Hizo un buen trabajo en la semifinal. En sus últimas dos salidas trabajó un relevo de cuatro innings y un partido de ocho entradas, contra Bravos. Ha sido consistente durante todo el año. Creo que es un buen momento para que se reivindique”, señaló Álvarez.
Publicado en El Nacional, el viernes 28 de enero de 2011. Alexander Mendoza colaboró con esta nota.