Un hecho fortuito hizo que sea hoy uno de los abridores en el tercero de la final. Quiere coronar su mejor año en Venezuela con el éxito en la serie decisiva, que es su primera, a pesar de los años que pasó con el Caracas
García había lanzado 44 encuentros en Venezuela, incluyendo postemporadas, todos como apagafuegos. Como apagafuegos llegó a las grandes ligas, en 2007, con los Marlins de Florida, y como apagafuegos desarrolló su camino en las menores, a partir de su tercera campaña en el norte.
El derecho no formaba parte de una rotación de abridores desde que tenía 20 años de edad. Pero no tardó en tomarle el gusto.
“Después de tantos años en la pelota, fui agarrando el ritmo y hasta me tomaron como refuerzo para los playoffs”, concluyó.
García fue la mejor noticia de los Cardenales en las primeras semanas de acción. Lo que parecía una contingencia, mientras se sumaban los verdaderos iniciadores de la divisa, se convirtió en una realidad, conforme avanzaba la eliminatoria. Finalmente, con Lara fuera de carrera, fue tomado por Aragua y tuvo una cosecha aún mejor: de poner 3.03 de efectividad en la ronda regular pasó a 1.47 en la semifinal. Sigue sin ponchar a muchos rivales, pero saca suficientes outs por el piso y ha sido dominante cuando evita los boletos.
La clave del éxito contra los Caribes estará en contener la tendencia a perder las esquinas en el comienzo.
“He venido un poco pasivo en los primeros innings, trato de colocar los pitcheos, la pelota se me corta y no puedo conseguir la zona”, explicó. “Ya en el segundo inning encuentro la zona con mis pitcheos quebrados y la recta comienza a mejorar”.
El descontrol es un lujo que no puede darse ante la fuerte toletería de Anzoátegui, poblada de zurdos con poder. Aunque no espera hacer algo distinto a lo que hizo cuando se midió a ellos esta temporada.
“Más o menos tengo un plan de trabajo, sólo falta sentarme a hablar con Wilson (Ramos)”, comentó el diestro, en alusión a su receptor. “Seguiré trabajando a los zurdos como hasta ahora, lanzándoles afuera, con cuidado”.
García sabe que en su desempeño se va la vida de su escuadra, que quedará a punto de KO si pierde por tercera ocasión. Y se le ve tranquilo.
“Me siento mejor lanzador que cuando estaba con el Caracas”, aseguró, en alusión al equipo que le firmó por primera vez. “Me concentro más en los pitcheos, me fijo más en los bateadores. Ha sido una temporada fuerte, pero gracias a Dios he podido mejorar todo”.
Los Nacionales de Washington se dieron cuenta de ello y le dieron un contrato de ligas menores. No sabe qué esperan de él, pero viajará al spring training “dispuesto a hacer lo que pidan: abrir, relevar, lo que sea”.
Eso será después. Primero tiene una tarea pendiente.
“Quiero quedar campeón”, sonrió. “No hay nada como quedar campeón”.
fue el promedio de boletos y hits (WHIP) de Harvey García en la semifinal, luego de cerrar con 1.50 la ronda eliminatoria
Publicado en El Nacional, el miércoles 26 de enero de 2011.