El jardinero e inicialista fue proclamado Jugador Más Valioso este domingo y “celebró” la noticia del mismo modo que festeja sus batazos: con una simple sonrisa
Josh Kroeger estaba en el lobby de su hotel en Caracas cuando recibió la noticia de que había conquistado por primera vez en su vida un premio al Jugador Más Valioso. Y lo celebró fiel a su manera de ser: “Sonreí, tomé la van y me vine al estadio”.
El jardinero e inicialista de los Leones es uno de los más callados y controlados integrantes de su divisa. Suele decir que “la pasión de la fanaticada en las tribunas” es la razón por la que se convierte en una estrella al llegar a Venezuela, luego de poner números discretos en las menores, pero aún no hay quien le haya visto “perrear” un cuadrangular.
“Es un gran logro”, señaló Kroeger, impecablemente vestido con su uniforme número 7 y listo para saltar al terreno como el tercer bate de su club. “Espero dé impulso a mi carrera. Ha sido un largo tiempo el que he pasado (en las granjas del beisbol). Espero que esto continúe en el spring training y en las grandes ligas”.
El toletero zurdo tiene una invitación al campo de entrenamientos de los Marlins de Florida y una nueva mecánica en el plato que le ha hecho ganar adeptos y extrabases.
“Definitivamente es un grandeliga”, aseguró su manager Dave Hudgens, quien es el coach de bateo de los Mets de Nueva York y uno de los más entusiastas con el cambio hecho por el slugger. “Es otro bateador, completamente distinto al año pasado. Ha trabajado muchísimo para desarrollar esta nueva mecánica en el home. Merece totalmente el premio. Dio grandes hits”.
Una multitud de reporteros y cámaras de televisión rodeó al nativo de Iowa, convertido en la atracción previa al choque contra los Bravos. Luego de una extensa rueda de prensa, la más larga para él desde que juega aquí, fue llevado a la zona de foul de la derecha y salió en vivo para todo el país por Venevisión.
Kroeger respondió a cada quien con su voz bajita y esas frases cortas tan suyas. Pero que nadie se equivoque: “Estoy muy feliz”, aseguró. Encontró su El Dorado en Venezuela, después de todo.
Tres campañas con los melenudos le sirvieron para ser el estadounidense con más jonrones en la historia de la franquicia. En el país vivió por primera vez la experiencia de ser sacado del dugout por los aplausos del público y aquí obtuvo su primer Más Valioso.
“Nunca había ganado el premio, en ninguna liga”, admitió. “Quisiera regresar la próxima temporada, aunque dependerá de la gerencia, si es que me quieren de vuelta. Este circuito me ha permitido reimpulsar mi carrera”.
La familia de Kroeger festejó en San Diego. El patrullero asegura que lo hicieron con más entusiasmo que él en el lobby del hotel, aunque no hubo gritos ni lágrimas de alegría.
“Bueno, también era muy temprano, por la diferencia horaria”, razonó. Y volvió a sonreír.
Josh Kroeger dice que habría votado por Jesús Guzmán para el Más Valioso, de haberle correspondido llenar una planilla y no poder votar por sí
Una multitud se acercó el domingo a la casa del anzoatiguense Alexi Amarista, esperando celebrar la consagración del diminuto camarero de los Caribes. Los vecinos del barrio recibieron a las cámaras de televisión coreando las letras “¡MVP! ¡MVP!”, en alusión a las siglas en inglés para el Jugador Más Valioso. Pero la entusiasta poblada quedó decepcionada, al saber que Josh Kroeger había superado a Amarista por apenas 11 puntos, en la más polarizada votación de los últimos años. Jesús Guzmán llegó en tercer puesto, a 131 puntos del segundo lugar.
Votación al Más Valioso