“Un Caracas-Magallanes es una escuela para árbitros”

Jorge Terán y Robert Moreno, los dos umpires venezolanos que se sumarán a las ligas menores, regresaron al país para formar nuevas generaciones. En junio asistirán a la Liga de la Costa del Golfo, categoría de novatos

Robert Moreno asistió un día al estadio Universitario, acompañado por su hermano Víctor X, el célebre locutor, y al ver a Miguel Hernández en tercera base se dijo: “Si ese señor tan chiquito puede ser umpire en un Caracas-Magallanes, yo también”.

Moreno no es especialmente bajito. Pero por aquel entonces, hace casi una década, era árbitro en las partidas de su natal Marigüitar y había tomado una decisión crucial en su vida.

“Yo jugaba pelota, pero veía que los umpires se equivocaban y decidí probar”, recordó este martes, en el centro de desarrollo deportivo de Empresas Polar, en San Joaquín, a donde asistió junto con Jorge Terán, menos de 24 horas después de haber regresado al país con una meta cumplida.

Moreno y Terán fueron seleccionados el fin de semana para entrar al sistema de ligas menores, al superar el curso en Vero Beach, compitiendo con los mejores egresados de las academias de Jim Evans y Harry Wendelstedt, las dos grandes escuelas de oficiales en Estados Unidos.

“Fue duro, sobre todo por el inglés”, relató el sucrense, que viajará a la Liga de la Costa del Golfo, categoría de novatos, a mediados de junio, siguiendo los pasos que en su momento recorrieron el grandeliga Manuel González y Carlos Torres.

Apenas siete juegos —tres para Moreno, cuatro para Terán— definieron el destino de la dupla.

“Nos hicieron pasar de cinco en cinco, por orden alfabético”, precisó Terán. “Fueron directos. A los que no quedaron, les decían que estarían en la reserva. A los que quedamos, nos felicitaron y nos dijeron que teníamos el trabajo”.

La frialdad de los evaluadores se compara con la reacción de la pareja: no ha habido celebración, sino más trabajo. Esta semana se integraron a un curso con umpires y aspirantes, en suelo carabobeño, bajo la dirección de Torres, Hernández, Henry León y Lesme Severín.

“Hay que pasar los conocimientos adquiridos”, terció Terán. “Queremos formar una academia”.

Robert Moreno

Porque la barrera idiomática fue la única presión, Moreno, antes de viajar en junio, regresará a Marigüitar y estudiará ingles con denuedo. Eso afirma.

“En la academia, cuando nos ponían nerviosos, nos decían siempre que nos despreocupáramos, que nosotros sabíamos qué hacer”, apuntó el oriental. “A veces es complicado explicar al manager en otra lengua porqué la decisión tomada fue la correcta”.

Aquel árbitro bajito que alguna vez inspiró a Moreno hoy en su compañero de taller en San Joaquín. Y son varios los juegos de los Eternos Rivales que le ha tocado conducir.

“Aquí es donde en verdad uno se gradúa de árbitro: delante de 20.000 personas, en un Caracas-Magallanes”, razonó el sucrense. “Es la escuela. Siempre habrá nervios, pero aprendes a llevarlo. Esta es mi vida. Empecé en Criollitos y ahora trabajo para llegar a las grandes ligas. Porque esto apenas comienza”.

Jorge Moreno es el más joven de los cuatro árbitros venezolanos que trabajarán en las menores en 2011. Tiene 29 años de edad y es el único sin hijos. Suma cinco temporadas en la LVBP

Jorge Terán

El último corte para que los umpires Jorge Terán y Robert Moreno ingresaran a las menores ocurrió en la mítica base Dodger Town, en Florida. “Teníamos nuestros lockers, con nuestros nombres y una placa con el logo de las grandes ligas”, recordó Terán. “Era emocionante, porque esa es la meta: llegar a las mayores”. En San Joaquín, comparten hoy sus experiencias con 62 jóvenes de entre 18 y 30 años de edad. “Este es mi sueño. Quiero dedicarme a esto y, cuando me toque retirarme, quiero preparar a la generación de relevo. Ya lo estoy haciendo”.

Publicado en El Nacional, el 23 de marzo de 2011.