La siempre difícil selección del Regreso del Año
El premio más complicado para votar en nuestro beisbol es el Regreso del Año.
¿Quién es elegible? ¿Un pelotero que haya tenido una buena temporada y se haya esfumado? ¿Alguien que haya batallado con las lesiones? ¿Un jugador al borde del retiro? ¿O uno que se haya ausentado de la LVBP?
Ni siquiera está del todo claro qué debe decidir el voto, una vez conseguida la respuesta a la primera interrogante. ¿Es preciso elegir a quien haya puesto los mejores números en su retorno o a aquél que haya vuelto en la forma más dramática?
Son las preguntas que nos formulamos al terminar cada temporada. Y nuestro modo para terminar con la duda es este: buscar a alguien con varias buenas campañas, en Venezuela o en las grandes ligas, que haya sido figura de nuestra pelota y que, debido a los problemas físicos o el bajo rendimiento, haya perdido su estatus estelar.
Para eso, proponemos candidatos y aprobamos o descartamos los propuestos por colegas.
A Mario Lissón, por ejemplo, no le consideramos para este galardón, porque sólo una vez tuvo las apariciones legales, nunca bateó sobre .235 y no ha llegado a las mayores, es decir, este es su primer gran torneo.
Tampoco a Darwin Cubillán, otro propuesto, porque pasó de 5.13 de efectividad en la 2010-2011 a 4.44 en esta, un cambio nada radical (motivado, por cierto, a la lesión con la que lanzó en diciembre). Así, llegamos a los tres nombres que escribimos en la planilla.
Pusimos a Renyel Pinto en primer lugar. Aunque tuvo varias cosechas aceptables con los Caribes, no había brillado. Pero fue uno de los relevistas venezolanos más sobresalientes en las grandes ligas la década pasada y una figura indiscutible de nuestra pelota, que viene de poner malos números y ni siquiera lanzó en el exterior en 2011, abonando la idea de que su fin estaba cerca. Su regreso al estrellato ha sido rotundo.
Luego colocamos a Edgardo Alfonzo. Sus promedios en la 2011-2012 fueron discretos y hasta parecidos a la campaña anterior (.267/.325/.393), pero tenía casi tres años sin ser titular y esta vez lo fue, terminando con el segundo mejor average en la carretera (.354, con 20 empujadas). Fue cuarto bate de Aragua, sin que alguien levantara la mano para protestarlo. Logró un no tan humilde retorno a la estelaridad, sin dudas.
Por último, incluimos a Luis Valbuena. Pasó de ser regular con los Indios de Cleveland, hace dos años, a perder su puesto y batear luego .228 con Lara. En esta ocasión terminó con .284 de average, más .827 de OPS.
Y así completamos la planilla. Ya veremos qué nueva complicación nos depara este premio el año que viene.
Publicado en El Nacional, el miércoles 11 de enero de 2012.
Me parece sinceramente que Edgardo Alfonzo se merece más el titulo, los tigres no estarian donde estan sin él.