El infielder José Pirela fue castigado con dos juegos de castigo, por los sucesos de la semana pasada en Maracaibo, aunque las Águilas pidieron de inmediato un recurso de reconsideración y esperan una respuesta en las proximas 24 horas
El infielder José Pirela fue castigado este lunes con dos juegos de suspensión, por haber arrojado al suelo un casco que terminó golpeando al umpire Francisco Ramírez, pero las Águilas replicaron de inmediato, en espera de que la sanción sea reconsiderada.
“Introdujimos de inmediato una carta de apelación, porque Pirela no tiró el casco para agredir al árbitro, él lo arrojó al piso y el casco rodó (hasta Ramírez)”, explicó Ruperto Machado, gerente general de los rapaces. “La liga tiene 24 horas para evaluar nuestra petición. De persistir la suspensión, la cumplirá en los juegos del 19 y el 20”.
José Grasso, presidente de la liga, indicó que fue precisamente esa falta de intencionalidad del camarero lo que les llevó a imponer una sanción sensiblemente menor a los 66 juegos que deberá permanecer fuera Yorvit Torrealba.
La liga también multó al manager Marco Davalillo, por su conducta en el primer juego de la serie entre Tiburones y Caribes, el jueves, en Puerto La Cruz.
“Deberá pagar 1.596 bolívares, un total de 21 unidades tributarias”, indicó el presidente del circuito, José Grasso. “El informe arbitral asegura que no hubo contacto entre Davalillo y el umpire, pero sí un lenguaje grosero que llevó a la expulsión (del piloto)”.
La junta directiva liguera igualmente decidió mantener sendos castigos pecuniarios contra los Tigres y los Caribes, a pesar de que ambos equipos habían pedido una reconsideración.
Aragua deberá pagar 5.000 bolívares por usar su uniforme oscuro al mismo tiempo que su equipo rival, en Maracay. Anzoátegui fue castigado con la misma cantidad por permitir a sus animadores arrojarse al terreno durante un partido. “Debemos cuidar el espectáculo”, pidió Grasso. «Si alguien reincide, seguiremos aplicando multas».
Publicado en El Nacional, el martes 17 de enero de 2012.
