Houston, Marwin González y Andrés Galarraga
Houston es la primera y la última etapa de este viaje que El Nacional ha pautado para cubrir la semana inaugural de las grandes ligas
 |
| Foto HENRY DELGADO |
El viernes, en el Minute Maid Park, Marwin González cumplirá el rito de escuchar el himno y saltar a un terreno de grandes ligas por primera vez en su carrera. La escena se ha repetido decenas y decenas de veces desde que el Patón Carrasquel abrió la cuenta de nativos en la gran carpa, en 1939.
Houston es la primera y la última etapa de este viaje que El Nacional ha pautado para cubrir la semana inaugural de las grandes ligas.
Con la cámara de Henry Delgado, tendremos para ustedes todo un despliegue multimedia en nuestro sitio web, así como fotografías y reportes especiales que aparecerán en la edición impresa del diario, con el estreno de Oswaldo Guillén en Miami, la reaparición de Johan Santana y la presencia de seis criollos en un mismo roster inaugural, el de los Rockies, entre otras novedades.
Entrar al parque de Houston nos trae multitud de recuerdos.
En este escenario, en 2005, asistimos a la coronación delirante de los Medias Blancas y Guillén. Freddy García abrió y ganó aquel cuarto encuentro de la Serie Mundial. Una jornada imborrable.
Hemos conversado decenas de veces con Freddy, antes y después de aquel episodio. Pero nunca le vimos tan feliz como esa noche. Su sonrisa sobrepasaba el tamaño de su rostro, y aún así se quedó corta frente a la agotadora alegría de Guillén.
Aquí estuvimos para el Juego de Estrellas de 2004, el primero de Miguel Cabrera, donde nos topamos con Javier Bracamonte y descubrimos cómo otros venezolanos han hecho carrera en el beisbol mayor, lejos de las primeras planas; en el caso de Bracamonte, entonces y todavía como técnico asistente de los Astros.
Por aquellos días, Luis Sojo era coach de tercera de los Yanquis y como tal participó en el clásico de julio. Fue el primer instructor criollo en un encuentro estelar. Como siempre, nos dio una entrevista brillante, llena de frases para titular.
Sojo era en 2004 un ídolo de toda Venezuela. Ícono de los Cardenales de Lara, sí, pero figura nacional. Volverá a serlo si en 2013 conduce a la selección Vinotinto al título en el Clásico Mundial. Ojalá.
Ninguno de nuestros viajes con El Nacional a Houston fue más complicado que el primero, en 2001. Era la última parada de una gira de 21 días, que nos llevó por 10 ciudades. El objetivo era cerrar la temporada con un perfil de Andrés Galarraga, que por entonces jugaba con los Gigantes.
San Francisco estaba de visita en la ciudad. Y con ese equipo, Barry Bonds y su carrera hacia el récord de jonrones en una campaña, en poder de Mark McGwire.
La búsqueda de McGwire cautivó a tantos medios de comunicación, años antes, que la oficina del comisionado de MLB decidió coordinar el proceso de acreditaciones de todos los choques donde estuviera involucrado un bateador con 60 o más cuadrangulares.
La credencial debía ser solicitada directamente en las oficinas de Nueva York. El plazo había cerrado antes de que pudiéramos saberlo.
Allí estábamos, con el fotógrafo David Maris, listos para terminar nuestro viaje y sin la posibilidad de entrar al estadio para buscar a Galarraga.
Tuvimos suerte; el jefe de prensa de los Astros nos recomendó comprar un boleto de los pocos que quedaban a la venta, para que David hiciera las fotos desde la tribuna, y Andrés nos atendió en el hotel, poco antes del mediodía. Todavía soñaba con llegar a 400 jonrones, antes de decir adiós.
La recaída que sufrió en su enfermedad, finalmente superada, le impidió al Gato completar la meta. Pero su amabilidad, en aquel ya distante septiembre de 2001, impidió que se frustrara la parada final de nuestro viaje y nos permitió llevar con nosotros un recuerdo grato del escenario al que hoy regresamos, el Minute Maid Park, incluso sin haber entrado a él.
Publicado en el-nacional.com, el martes 3 de abril de 2012.
