Jeff Luhnow, gerente general de los Astros, y la deteriorada relación entre Houston y Venezuela
HOUSTON
Jeff Luhnow, el gerente general de los Astros, se acercó a nosotros con un papelito en la mano.
“¿Esto es de usted?”, preguntó en perfecto castellano.
No sabíamos por qué manifestar una mayor sorpresa. ¿Por el hecho de que nos abordara el alto ejecutivo, así sin más? ¿O por su fluido dominio de nuestro idioma?
Estábamos de pie, delante del dugout de los siderales. Acababa de terminar la práctica de Houston, que Luhnow observó íntegramente, parado detrás de la jaula, y mientras formulaba su interrogante abría una hoja blanca que llevaba doblada.
“Sí, en efecto”, le respondimos, todavía descolocados. ¿Qué hacía el directivo con una de nuestras anotaciones, que poco antes le habíamos entregado al coach Javier Bracamonte, a fin de que éste se la hiciera llegar a José Altuve y Marwin González?
El papelito tenía escrito algo que había divertido a Luhnow. “¿En verdad es así?”, inquirió. Se trataba de la lista con las parejas más jóvenes de infielders venezolanos que han formado llave de dobleplay en las mayores. La columna dominical, ¿recuerdan?
Después de buscar quiénes pudieran ser esas duplas, hallamos a Oswaldo Navarro (22) y José López (21), durante tres innings, en 2006, y a González (23) y Altuve (21), durante nueve episodios, en el encuentro inaugural del viernes, en el Minute Maid Park.
Escribimos el resultado de la búsqueda para los dos criollos, a fin de que tuvieran noticia de la rareza que protagonizaron. Pero Bracamonte primero le mostró la nota al ejecutivo y éste se la quedó.
“Lo que es realmente curioso es que un jugador de regla cinco haya abierto en el shortstop”, prosiguió Luhnow, hasta que ya no aguantamos la curiosidad: “Su castellano es extraordinario, ¿por qué?”. Y él, con una enorme sonrisa: “Es que soy mexicano”.
Porque existen momentos así es que tiene sentido la clásica expresión de la tira cómica chilena Condorito: ¡Plop!
Luhnow, en efecto, nació en México DF, aunque es un estadounidense promedio, si puede ser promedio alguien en un país con tantas razas y naciones, como éste.
Estudió en Pennsylvania, es blanco, de estatura elevada y cabello muy gris, aunque tiene 45 años de edad. Durante cerca de una década trabajó con los Cardenales, lo que le llevó a preguntarnos con interés por Enrique Brito, al saber que éramos de Venezuela.
Al directivo se le atribuyen muchas de las principales firmas de San Luis en los últimos torneos y es la esperanza de que los Astros vuelvan a ser un equipo competitivo, tras desmantelar el proyecto de Andrés Reiner y descarrilarse al mando de Ed Wade.
Quisimos preguntarle por Marwin, aprovechando el encuentro. “Ya Dan Radison nos había hablado de él, porque lo vio cuando estuvo allá con Magallanes. Creo que Radison incluso dirigió por uno o dos meses a ese equipo, ¿no?”, contó. “Por esa razón, ya teníamos una idea de él cuando llegó a los entrenamientos. Y entonces vimos su defensiva. Es un shortstop excelente y además sabe jugar el juego”.
Es todo un detalle que Houston haya tenido a González y Altuve alrededor de segunda en el juego inaugural. La franquicia llegó a tener lazos extraordinarios con Venezuela, gracias a Reiner, en la década de los años 90. Fue esa la primera academia en el país y produjo talentos como Johan Santana, Bob Abreu, Richard Hidalgo, Freddy García, Carlos Guillén y Melvin Mora.
Wade desguazó ese proyecto, literalmente, y finalmente cerró la academia, mientras su organización se hundía progresivamente en el centro de la Liga Nacional.
¿Restablecerá Luhnow los lazos con Venezuela? No pudimos preguntárselo. Pero parece la persona ideal para hacerlo. Ya se verá.