Sólo Marge Schott había sido suspendida por unas declaraciones

Oswaldo Guillén entró a una lista reducida con el castigo que le impusieron los Marlins. El manager venezolano, que perderá 150 mil dólares de salario, es el segundo sancionado en las mayores por opinar

Oswaldo Guillén no es la primera persona que recibe una suspensión en las grandes ligas tras dar declaraciones polémicas, pero un caso tan sonado no ocurría desde 1996, cuando Marge Schott, entonces propietaria de los Rojos, hizo comentarios benevolentes sobre el dictador nazi Adolf Hitler.

El problema en que se metió Guillén, al hablar en términos favorables de Fidel Castro durante una entrevista con la revista Time, le ha puesto en un disparadero donde es difícil salir sin daño.

Schott fue objeto de discusión pública en varias oportunidades, debido a expresiones peyorativas sobre los negros, los judíos, los asiáticos y los homosexuales.

“A mí me educaron en la idea de que sólo las ‘fruticas’ usan zarcillos”, dijo la mujer, en 1994.

Antes de eso, Chris Sabo, ex antesalista de Cincinnati, testificó haberla escuchado comentar que Eric Davis y Dave Parker eran sus “negritos de un millón de dólares” y una ejecutiva de los Atléticos, Sharon Jones, aseguró al New York Times que la escuchó exclamar: “Nunca más contrataré a un negrito. Prefiero tener a un mono entrenado trabajando para mí que a un negrito”.

Schott fue suspendida como propietaria de los Rojos en 1993, durante nueve meses.

En 1996 afirmó que el régimen de Hitler “fue bueno en un principio, pero fue demasiado lejos”. Tras esas palabras, el comisionado Fay Vincent la expulsó indefinidamente del beisbol.

Vincent la reinstaló en 1998, pero las grandes ligas presionaron para que vendiera el equipo y lo hizo en 1999.

Campanis y Singer. Otros dos ejecutivos fueron castigados por opiniones que hicieron públicas.

Al Campanis era el gerente general de los Dodgers en 1987 cuando, en el cuadragésimo aniversario del debut de Jackie Robinson, indicó en una transmisión de ABC News que quizás los negros no estaban suficientemente dotados para ser managers o directivos, y puso como ejemplo que tampoco sobresalen como nadadores. Renunció dos días después, al desatarse una protesta.

Bill Singer era asistente especial del gerente general de los Mets en 2003, Jim Duquette, cuando conoció a Kim Ng, su colega de los Dodgers. En el encuentro, tuvo expresiones burlonas sobre los antepasados chinos de la mujer.

Singer fue despedido, aunque pidió perdón públicamente. En 2005 trabajó como scout para los Cascabeles y en 2006 fue contratado por los Nacionales para que trabajara como coordinador de scouts, irónicamente, en Asia.

Esto dijo Oswaldo Guillén a El Nacional en 2005, en plena Serie Mundial, a propósito de la reacción por su participación en Aló Presidente: “No soy chavista. En el país estamos pasando un momento bastante difícil, en lo político, cultural, familiar, social y económico. Pero aparte de ser culpa de Chávez, es culpa de otros muchos que vinieron atrás. Mi familia está sufriendo lo del país, están sufriendo lo del Presidente y lo que se está haciendo. Y el Presidente que tampoco diga que (todo es) por culpa de los 40 años. Ya tenemos siete años (desde 1998) y no le vemos el chicharrón a la chicharronada”

Oswaldo Guillén apareció al aire en Alo Presidente, por primera vez, antes de la Serie Mundial de 2005, que ganaron sus Medias Blancas. Pocos conocen la historia que antecedió a esa intervención, que se repitió después de la conquista del título.

Personal de Miraflores contactó a un allegado del manager para pedirle el número de teléfono del mirandino, a fin de llamarle el siguiente domingo. La fuente, cuyo nombre está en reserva, pidió a Guillén autorización para entregar la información y el estratega se negó.

Las cosas tenían que hacerse como Guillén quería: no iba a darle su número telefónico a Miraflores; sólo saldría al aire si él mismo hacía la llamada a Caracas. En principio, Casa Militar se negó. Nunca alguien había pedido tal cosa y quien solicitaba el teléfono era nada menos que el Presidente de la República, argumentaron. Pero el piloto se mantuvo en sus trece y los productores aceptaron, tras consultarlo con sus superiores.

Así, en sus propios términos, fue la intervención de Guillén en Alo Presidente.

“Después de pasar tantos años con Ozzie Guillén, honestamente digo que nunca lo vi tan arrepentido”

“Apesta que lo suspendan, porque estamos jugando bien. Para mí fue muy sincero. Ahora olvidémoslo”

El comisionado Bud Selig dio a conocer un comunicado en el que apoyó la decisión de los Marlins de suspender a Oswaldo Guillén.

“Las afirmaciones del señor Guillén, ofensivas para una parte importante de la comunidad de Miami y otros en todo el mundo, no tienen lugar en nuestro juego”, terminó el boletín.

No citó Selig su cordial encuentro con Fidel Castro ni cómo compartió asiento con el dictador y el propietario de los Orioles, Peter Angelos, durante el juego que Baltimore disputó en La Habana, el 28 de marzo de 1999.

Publicado en El Nacional, el miércoles 11 de abril de 2012.