El zuliano abre este lunes la temporada de los Rockies en Denver. El derecho cuenta las horas para tomar la pelota en el Coors Field, que así abre sus puertas en 2012
HOUSTON
Jhoulys Chacín se agachó cerca de la raya de cal de la izquierda, en el Minute Maid Park, y recogió el par de zapatos que poco antes había dejado sobre la grama, luego de terminar la sesión de bullpen. El reloj marcaba casi las 5:00 de la tarde texana. A esa hora, terminó finalmente la preparación del zuliano para la temporada.
Este lunes, contra los Gigantes, en el Coors Field, comenzará la acción de verdad y Chacín tomará la pelota para hacer el primer pitcheo de 2012 en Denver, ante unas 40.000 personas.
“Estoy muy emocionado”, confesó el derecho, con una gran sonrisa. “Voy a pitchear el primer juego en casa, el Opening Day, y tengo la confianza de que todo va a salir bien. Trabajé mucho en el spring training”.
El sábado dio la prueba final de ello. Durante un par de horas estuvo en el campo, acondicionándose, estirando los músculos, calentando las articulaciones, soltando pelotas y haciendo bullpen.
“Tengo que ponerme caliente, hacer mis pesitas, y después del bullpen, ir al gimnasio”, relató Chacín. “Mi rutina en algunos días puede durar cuatro o cinco horas. Sólo el día antes de lanzar no voy al gimnasio”.
El abridor número cuatro en la rotación de los Rockies buscó en estas últimas semanas seguir las instrucciones del cuerpo técnico, con vistas al estreno.
“El spring training es para trabajar en esas cosas: el control de mi recta, hacer todo perfecto”, contó Chacín. “Pero ahora debo pensar en el juego, en cómo pitchear, cómo ayudar a ganar los encuentros. Me siento muy bien, con mucha confianza. Creo que va a ser una buena temporada para mí. Y para el equipo también”.
Una de las tareas del marabino en la pretemporada fue, además de domesticar la recta, emplear un ritmo más rápido sobre el morrito, “para agarrar el tiempo de juego y no pensar mucho”, explicó. “Hay que buscar siempre el mismo enfoque y repetir, repetir, repetir. Me está funcionando. Ojalá todo salga bien”.
Chacín está a un paso de formar parte de la lista de abridores venezolanos de primera línea. Cerró 2011 con 194.0 innings y 150 ponches en 31 aperturas, y tras la salida de Ubaldo Jiménez, y antes de la adquisición de Jeremy Guthrie, era candidato a comenzar el duelo inaugural.
“Quiero tirar 200 innings o más”, admitió. “El año pasado me faltaron seis, porque me perdí un par de salidas. Quiero más de 200 innings y más de 20 salidas de calidad. De 20 en adelante es muy bueno. Lo demás, los ponches, los juegos ganados, todo eso llega solo”.
Llega solo si se sigue una rutina como la que el zuliano está llevando a cabo cada tarde. El tiempo dirá. Finalmente, terminó el spring training para él.
Lanzar en Denver la mitad de las aperturas obliga a seguir una conducta diferente a la que, por lo general, siguen los miembros de las demás rotaciones de abridores del beisbol mayor.
No sólo se trata de la fama ofensiva del parque de los Rockies, que exige mantener la bola bajita y evitar los elevados.
“Los pitcheos rompientes rompen menos, por la altitud”, explicó Jhoulys Chacín. “En Arizona, en Los Ángeles, en San Francisco o en San Diego tiras una buena curva y rompe bastante. En Denver tienes que tirarla más cortica, porque sabes que no va a romper tanto. Son cosas a las que tienes que acostumbrarte”.
La situación obliga a cambiar en cada salida, porque los Rockies, como todos los clubes, normalmente juegan una semana en casa y una en la carretera.
“Al principio es un poco difícil acostumbrarte a eso, pero te adaptas”, continuó el marabino. “Yo tiro el circle change, que es un cambio que se hunde al final. En Denver, aunque baja la velocidad, se queda recto. Por eso hay que tirar bajito. Cualquier cosa que dejes alta no va a romper y allí es cuando te batean”.
Jhoulys Chacín se confiesa seguidor de Johan Santana. “Desde que estoy firmado, me gusta mucho ver sus juegos y he querido ser como él, aunque soy derecho”, admitió. “Él sabe localizar los lanzamientos, sabe pitchear”
Jhoulys Chacín tiene 24 años de edad. Creció como uno de los principales prospectos de los Rockies, hasta graduarse en las mayores en 2009. La pasada zafra fue incorporado a la rotación y ya suma dos temporadas completas. Esa consistencia que el cuerpo técnico le ha pedido, esa constancia para golpear la zona de strike con la recta, es posiblemente el paso que le falta para subir al nivel de los mejores abridores venezolanos, donde le esperan Freddy García, Félix Hernández y su muy apreciado Johan Santana.
Publicado en El Nacional, el lunes 9 de abril de 2012.
