El lento proceso de reglamentar la firma de nuevos peloteros en Venezuela
¿Cómo marcha el proceso para regular las firmas de los
nuevos peloteros en Venezuela?
No hay fecha tope para acordar un reglamento para
el draft y los ocho equipos que integran la pelota profesional criolla tienen
por delante, aún, un período de negociación, en el que tratarán de conciliar
con el proyecto definitivo las objeciones de Caracas, La Guaira y Magallanes,
los tres que presentaron objeciones al sorteo, aprobado en la convención anual.
La idea es poder de incorporar a esas divisas, aunque no esté en discusión la
idea central, votada mayoritariamente en Aruba: habrá un tope a los bonos que
se repartirán y se creará un orden de escogencia, de modo que los prospectos
elegidos por una divisa deberán pasar algún tiempo en reserva de esa escuadra,
incluso si no firman.
¿Cuánto será ese tiempo? ¿Qué edad se establecerá para
fijar la elegibilidad de un joven jugador? Nada de eso ha sido acordado
todavía.
firmas del próximo Julio 2, los equipos de la LVBP han contratado a sus nuevos
valores a edades tan tempranas como los 15 y hasta 14 años, al pactar con los
padres o representantes legales de los muchachos.
No pocos prospectos “premium”
de esta ocasión ya tienen camiseta en Venezuela, incluyendo al número uno de la
clase, Franklin Barreto. No está claro, sin embargo, si en el futuro serán
sujetos del draft los peloteros con una edad determinada o si esperarán a que
lleguen a una categoría específica en las ligas menores, digamos novatos o
clase A avanzada, que todo eso se ha discutido.
Parece seguro, sí, que los no
elegidos de un año quedarán en libertad de firmar con quien quieran, en el
momento en que deseen, incluso si al año siguiente se revelan como figuras de
interés.
que pueda traer esta medida, más allá de moderar los gastos de los clubes y
poner fin a la guerra por firmar a los más cotizados valores, que ciertamente
existe. Como sea, y dado que es una decisión tomada, sólo queda evaluar cada
paso que se dé en esa dirección y seguir de cerca el proceso.
Es de esperar que
las novenas diseñen un sistema que permita cierta libertad de elección a los
peloteros; si quedan en la reserva de aquel conjunto que le escoja, que eso sea
por un período relativamente corto, no mayor de dos o tres años, y que no se
fije, como en República Dominicana, una base de elegibilidad muy avanzada, que
en el caso de Quisqueya es clase A fuerte.
Estas últimas consideraciones tienen
su base sobre el derecho al trabajo de quienes aspiran a jugar beisbol
profesional. Atar a alguien de por vida o durante un lapso exageradamente largo
es obligarlo a aceptar las condiciones que se le impongan, incluso si son injustas,
so pena de no poder jugar aquí; por otro lado, esperar a que lleguen a clase A
media o A avanzada es limitar su posibilidad de recibir un ingreso adicional,
pues son muchos los jóvenes de esas categorías, así como de clase A corta y
novatos, que actúan hoy en el Programa de Desarrollo, la liga paralela. Reciben
un salario modesto, pero que ayuda a los reclutas, tomando en cuenta,
especialmente, que la paga por jugar en las menores es bastante poca y que esos
sueldos sólo se pagan de abril a septiembre.
El proceso que han iniciado los
ocho equipos de la LVBP es complejo. Como se ve, hay mucho que definir y
delicados asuntos que pactar. Que sea en beneficio de la liga, de los propios
equipos y del espectáculo, pero que también lo sea en beneficio de quienes un
día serán los protagonistas de nuestro beisbol profesional.
Publicado en El Nacional, el lunes 21 de mayo de 2102.
