López busca triunfar donde fallaron Carlos García y Edgardo Alfonzo

José López fue a batear como emergente el 13 de mayo, en
Boston. Nada hacía pensar que aquel momento fuera especial.

El anzoatiguense tenía .190 de average, acababa de regresar
de triple A y el manager Manny Acta decidió darle descanso a su campocorto
Asdrúbal Cabrera, con el juego abierto a favor de los Medias Rojas, 12 carreras
por 1. En la alta del octavo, López falló con rodado por tercera y cayó a .182.

Ese momento intrascendente en la campaña del nativo de
Puerto La Cruz cobró sentido con el correr de las semanas. Porque contando esa
fecha, el utility ha visto acción en 17 de los siguientes 18 encuentros, 16 de
ellos como abridor del lineup.

López, que llegó al spring training sin lugar en el roster, que
fue bajado a las menores en abril, al sólo dar 4 hits en 21 turnos, se ha
atornillado en la alineación del manager Manny Acta gracias a las lesiones del
antesalista Jack Hannahan y a una producción que le dio 12 empujadas en 16
partidos.

“Cuando juegas todos los días, sabes de qué va la cosa”,
expresó el oriental al Cleveland Plain
Dealer.

López bateó .283 desde que fue puesto en la esquina caliente
en lugar de Hannahan. Su OPS creció más de 150 puntos, pasando de .571 en abril
a .733 en mayo. Incluso siguió en acción cuando el tercera base se recuperó de
la molestia en la espalda, aunque otra lesión terminó por enviarle a la lista
de incapacitados.

“La primera vez me presioné mucho, porque sabía que no
tendría muchos turnos al bate y por eso traté de hacer más de lo que podía”,
explicó el portocruzano. “Cuando juegas a diario y fallas, tienes el resto del
juego para recuperarte. Jugar a diario me hace sentir más cómodo en el plato,
puedo ver mejor los pitcheos”.

López llegó a ser uno de los camareros con mejor ofensiva en
las grandes ligas, cuando sacudió 25 jonrones y empujó 96 carreras con los
Marineros, en 2009. Entre 2006 y 2010 tuvo siempre un lugar en la tarjeta del
manager de turno. Pero cayó en desgracia al batear .239, fracasó en 2011 con
los Rockies y fue dejado en libertad dos veces en cuatro meses, por Colorado y
Florida.

“Él ha sido una fuerza en el pasado”, terció Acta, hablando
con MLB.com.

López trata de consolidarse nuevamente como titular, un
regreso a lo grande que no pudieron completar sus compatriotas Carlos García,
Edgardo Alfonzo o José Castillo. Si Hannahan vuelve, pudiera ser designado,
ahora que Travis Hafner también se lesionó. Incluso puede defender la inicial,
donde Casey Kotchman se luce con la mascota, mientras desluce con .221 de
average.

“Si sigo haciendo mi trabajo, me conseguirán dónde jugar”,
resumió López.

Está en sus manos.

Francisco Rodríguez espera ser la próxima figura venezolana
que recorre el camino de regreso a la estelaridad. El recordman de salvados, hoy es setup de los cerveceros y escudero de John
Axford

Muy pocos venezolanos han perdido su rol estelar, quedado
sin trabajo o han ido a jugar en las menores, para regresar tiempo después y
reconquistar su estatus titular en las grandes ligas.

César Tovar posiblemente haya sido el primero en la lista.
Después de siete temporadas como astro de los Mellizos, fue suplente de los
Filis en 1973. Ese año tomó 328 turnos, la cifra más baja para él desde 1965,
pero regresó a la titularidad en 1974, con los Rangers, para jugar dos campeonatos
más como pelotero de todos los días.

Andrés Galarraga le imitó y quizás sea el más célebre. Al
bajón ofensivo con los Expos se unieron las lesiones con los Cardenales y quedó
en libertad en 1993. Pero el anonimato duró poco. De inmediato estalló con los
Rockies, para empezar la mejor parte de su carrera.

Géremi González, Omar Infante, César Izturis y Freddy García
también completaron ese improbable camino de regreso a la titularidad, que le
resultara imposible a otras figuras. Carlos Zambrano y Jesús Flores respiran un
segundo aire este año.