¿Pueden los Rangers cambiar a Elvis Andrus?
El campocorto venezolano ha sido citado en los últimos días como una eventual pieza de cambio este año, en caso de que Texas salga a la búsqueda de un bate antes del 31 de julio
El primero en sugerirlo fue Buster Olney, de ESPN. Que los Rangers pudieran usar a Elvis Andrus como pieza de cambio para adquirir a Justin Upton, de los Diamantes. «Tiene sentido», hemos leído en dos portales, desde que Olney hizo su apuesta, el miércoles.
Hasta ahora sólo es una especulación. No hay informes de prensa que respalden el inicio de conversaciones entre Texas y Arizona, con el contrato del campocorto en la mesa de negociaciones.
Pero ¿tiene sentido? ¿Realmente?
En principio, no. Los Diamantes recibirían con agrado un torpedero como el venezolano y los Rangers buscan un madero como el de Upton, para ahora y el largo plazo. Pero no es común que un equipo en contención cambie a su shortstop titular, especialmente si es uno tan hábil con el guante y en pleno desarrollo con el bate como Andrus.
Sin embargo, hay otros aspectos que respaldan la posibilidad de una transacción así.
Andrus es el segundo bate de los vigilantes, su promedio de embasado ronda los .360, está muy cerca de batear .300 y al campo es uno de los campocortos de más alcance y espectacularidad.
Pero ya hace algo más de tres años los Rangers hicieron una apuesta similar, al darle la posición al criollo.
El principal prospecto de la organización es el curazoleño Jurickson Profar, que apenas firmó en 2009 y sólo tiene 19 años de edad.
Profar ya está en doble A, donde ha bateado para .288/.367/.475, es el segundo mejor prospecto en el short de todos los 30 equipos, según la lista de MLB.com, y tiene el potencial de dar extrabases, único aspecto del juego en el que Andrus no aporta.
Alberto González y, en una emergencia, Michael Young son las alternativas hoy en día en las paradas cortas de los Rangers. El venezolano Guilder Rodríguez defiende la posición en triple A. Ninguno sería una apuesta tan sólida como Profar, aunque a su edad no deja de ser un movimiento arriesgado.
¿Tiene sentido? Quizás sí. Ya se verá.
