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La crisis de los Tiburones de La Guaira

¿Qué le pasa a los Tiburones?

El equipo que dominó la pasada
eliminatoria y lideró la semifinal, actual subcampeón y favorito de muchos para
lograr la corona esta temporada, sufrió ocho derrotas en fila, la
peor seguidilla en la historia de la divisa al empezar un torneo, y no ha podido zafarse el pesimismo que tiene alrededor.

Está fresco el recuerdo de cómo los Bravos patinaron al inicio del
torneo pasado, hundiéndose en un sótano del que les fue imposible escapar. ¿Es
tan grave la crisis de los escualos? ¿Es irreparable lo perdido?

Hay motivos de
sobra para encender las alarmas, pero también razones suficientes para mantener
la cabeza fría, tanto en la tribuna como en la oficina.

Desde un punto de vista coyuntural, se justifica el mal
inicio.

La Guaira llegó al domingo con la peor efectividad colectiva, con 6.72 (dos
carreras limpias por encima del penúltimo lugar, un horror) y nadie había dado más boletos
y pelotazos, o repartido menos ponches, que su staff de lanzadores.

A este
panorama desolador se unió la sequía ofensiva. Hace un año, los salados lidiaron
con la peor efectividad global, gracias a una ofensiva abrumadora. En esta
oportunidad, contando hasta el fin de semana, son penúltimos con .212 de average, últimos con .283 de promedio
de embasado y antepenúltimos con .347 de slugging. Ni contacto ni paciencia ni
fuerza.

No se trata de mala suerte, de que una pelota dio un mal bote y forzó una derrota; con esa
combinación de pitcheo y bateo, es improbable lograr más de uno o dos triunfos
en diez salidas.

Ese es el diagnóstico. Pero es más urgente saber si las condiciones determinan que el
bajón continuará. ¿Producirán al fin los maderos litoralenses?

Hay una
diferencia importante respecto a la anterior eliminatoria: Oscar Salazar no jugó un partido en las primeras dos semanas, Héctor Sánchez no se reportará antes de noviembre y Grégor
Blanco muy posiblemente necesite descansar un poco más que el receptor, por el esfuerzo que ha hecho con los Gigantes de San Francisco y el agotamiento que mostraron sus  estadísticas entre julio y agosto.

Son tres piezas
cruciales. El bajón inicial puede justificarse con un slump colectivo, que
suceden y muy a menudo. El problema es tratar de levantarse sin Sánchez ni
Blanco. Salazar ya está a bordo, pero los otros dos fueron los émbolos
del motor que movió a los Tiburones en la 2011-2012; para cuando se incorporen,
casi a mitad del campeonato, podría ser demasiado tarde. Es una realidad preocupante.

La primera medida, en busca de una solución a todo esto fue adelantar
la llegada del pitcher Michael Cisco y el slugger Alex Castellanos, así como despedir a Wil Savage. Esto asoma un riesgo adicional para La Guaira: que la presión de
caminar por el borde les lleve a tomar medidas apresuradas.

¿Era irrecuperable
Savage? Únicamente había lanzado 2.2 innings. Un ejecutivo de otras escuadra consultado al respecto cree que fue una decisión apurada, a menos que el monticulista haya mostrado desde los entrenamientos que no estaba listo para entrar en acción.

O el cuerpo técnico detectó que
está completamente fuera de forma o la urgencia llevó a cortar por lo más
delgado.

¿Puede conducir esto a otros despidos, incluyendo al manager Marco Davalillo o al gerente deportivo Jorge Velandia, primeros responsables en la línea de fuego?

Velandia parece a salvo. No es en las oficinas donde comienzan las remezones causadas por la urgencia. ¿Y Davalillo?

Esta
situación se parece mucho a la tormenta que ya sufrieron los escualos hace dos
torneos, cuando salieron de Carlos Subero y posteriormente de Phil Regan,
entregando la conducción precisamente a Davalillo.

Aquello tiene que
haber dejado una lección: botar a Subero no arregló nada y más bien lo
complicó, precipitando la eliminación; el clubhouse acusó el golpe, hubo desconcierto y vinieron más derrotas, sin que Regan pudiera impedirlo. Cuando Davalillo tomó las riendas, era
demasiado tarde.

El final de aquella crisis dejó algo muy valioso, a pesar de la eliminación: una persona en el terreno con quien aplicar el plan de largo plazo que propuso a su llegada Subero y la determinación de no salirse de este camino. Así llegó el título en la liga paralela hace un año, así se ha poblado de jóvenes prospectos el equipo grande y así llegaron los litoralenses a la final contra los Tigres, que perdieron en seis juegos.

Dos cosas son urgentes hoy: salvar la temporada y salvar el
proyecto de largo plazo. Y el proyecto a largo plazo es más importante.

Los salados son menos
potentes en esta versión de lo que muchos creían. Hace una semana coincidíamos
con varios colegas en el programa Los Cronistas, por Deportes Unión Radio, en cuanto a
que los Tiburones necesitan que su pitcheo importado vuelva a cumplir, del mismo modo como el
año pasado. Sin eso, veíamos muy complicado poder mantener el éxito de la 2011-2012, porque siempre es un riesgo depender de brazos foráneos y en los últimos años han ganado quienes tienen profundidad en el staff.

Quizá pueda revisarse la decisión de cancelar los festejos por el quincuágesimo aniversario de la institución. Nada, ni siquiera una mala racha, es más importante que la historia de esta gran divisa, y puede que medidas así sigan enviando presión en el mensaje de urgencia que va a dar a la cueva.

No se pierda de vista este aspecto, el más vital de todos: a pesar de comenzar con 1-9, La Guaira amaneció este martes a tres juegos y medio de la clasificación. Tres juegos y medio que deben recortar en las siguientes nueve semanas. ¿No es tiempo suficiente? A pesar de lo feo del récord, ¿no es una diferencia realmente manejable?

Por todo eso, hoy más
que nunca es vital manejar la crisis con paciencia, en la tribuna y en la oficina, tratando de evitar que el remedio
de hoy se convierta en la pérdida del futuro, una vez más.


Publicado en El Nacional, el domingo 21 de octubre de 2012. Ampliado y actualizado en el blog.
Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor. Escribo sobre beisbol desde 1985. Dirijo ElEmergente.com. Soy comentarista en el circuito radial del Cardenales de Lara y en Televen, tanto en las transmisiones de la LVBP como en la MLB. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

2 COMENTARIOS

  1. Estoy de acuerdo y te coloco algo a su problema es que cuando el día que La Guaira gane otro 3 equipos ganaran y cuando La Guaira pierda serán 4 los equipos que ganen, eso los ponen a ligar seguidillas de perdidos de equipos mas cercanos y jugar muy por arriba de los 500 algo muy difícil en este Béisbol el futuro es muy incierto en las próximas semanas, saludos

  2. El problema amigo Ignacio, es el que Ud. relata y acertadamente comento ayer un profeta que huele los desastres como lo es Jhon Carrillo, la incapacidad de La Guaira esta en todos los frentes, uno revisa el staff de lanzadores y vera que la unica, o ultima tabla de salvacion, es que los escopeteros foraneos se echen el staff de abridores al hombro, para emprender esta empresa, Tiburones necesita al menos 4 tiradores, tambien necesita olvidarse de Junior Guerra, Antoni Ortiz y Paul Estrada, por lo que entonces requerira de otro par de lanzadores importados para conectar a los abridores con Egmer Escalona y Enrique Gonzalez, contando que logren conseguir 6 o 7 eficientes lanzadores importados, cosa casi utopica, para subsanar las carencias del pitcheo, tendra LG ahora otro gren problema, resolver los problemas ofensivos con tan solo uno o dos paleadores foraneos. Como tu valoras, Tiburones va ultimo en todos los departamentos ofensivos excepto el de Avg, donde es penultimo, y el de Hrs. donde sorpresivamente es lider con 12, pero 10 de ellos pertenecen a la legion extranjera, gran problema, las ausencias por diferentes motivos de, Blanco, Sanchez, L.ROD, Alex Cabrera, y el tambien ausente aporte que el año pasado dio C.A. Martinez, hacen al Line up actual de Tiburones algo menos que ineficiente, poca fuerza y nula velocidad son dos fraces que describen perfectamente a los componentes criollos de la alineacion de Tiburones, solo Cesar Suarez puede infundir respeto en los lanzadores contrarios, en fin, el cupo de ocho jugadores importados le es insuficiente a Tiburones para intentar acercarse al grupo, es drastico pensar esto cuando apenas se han disputado 10 partidos, pero el problema ya no son los que se han disputado, sino los que estan por disputarse, el calendario avanzara y la real y verdadera ayuda que necesita La Guaira no llegara a tiempo con el eemedio para la crisis, cuando LG logre poblarse de sus jugadores criollos de cartel, ya el cancer habra hecho metastasis, no se puede dar otro diagnostico.

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