Las altas y las bajas de un manager especial
El rencuentro
de Frank Kremblas con su antiguo equipo ha sido feliz.
El estratega llegó
prometiendo ser aún más agresivo de lo que fue cuando dirigió a los Leones, hace
cuatro temporadas, y vaya que fue agresivo entonces.
Lo fue en las bases, dando
luz verde a varios jugadores, y lo fue con su incontinencia verbal, que tanto enriqueció
nuestro trabajo.
Es toda una paradoja este rencuentro, porque los últimos episodios
no habían sido tan alegres.
El alto mando melenudo, como es lógico, recibió con
desagrado la decisión de Kremblas de no venir al país para la siguiente
campaña, una determinación que el estratega anunció en julio, cuando la
planificación del campeonato estaba a medio camino y prácticamente no quedaba
tiempo para entrevistar candidatos.
Aquella vez los Leones salieron con bien;
los Indios de Cleveland propusieron a Dave Hudgens como sustituto y Hudgens fue
contratado en cosa de un fin de semana, luego de que la plana mayor capitalina
viajara a reunirse con él, en un fin de semana providencial.
Hudgens fue un excelente
sustituto, llevó al Caracas hasta la Serie del Caribe y dejó a todo el mundo
contento, hasta que puso a tocar la bola a Josh Kroeger en la semifinal del
siguiente torneo.
que hiciéramos de Kremblas generaron muecas adustas en los directivos
caraquistas.
El propio Luis Ávila abundó en detalles sobre los problemas que
causó el técnico cuando decidió no hacer bueno su contrato, en aquel julio de tantas
carreras, y fue célebre el rencuentro de ambos personajes, en el primer
Caracas-Magallanes de la 2010-2011: Ávila, en nuestra presencia, lanzó, entre
sonrisas, dardos irónicos al entonces piloto de los turcos, que respondió con
su habitual desparpajo.
Hace exactamente 12 meses, cuando fue despedido Tim
Teufel y se anunció la contratación de Rick Sweet, le preguntamos al presidente
metropolitano si Kremblas había sido considerado para el cargo. Ávila negó la
especie, con ceño adusto, y subrayó que esa posibilidad ni siquiera había sido
evaluada.
Es sorprendente cómo pueden evolucionar las cosas en tan sólo 12
meses. Por entonces, aún estaba fresco el recuerdo de cómo el estadounidense
había dejado al Magallanes, sin siquiera presentar su renuncia.
Una noche,
cuentan quienes vivieron de cerca los hechos, Kremblas pidió a su chofer en
Valencia que le recogiera en la mañana mucho más temprano de lo habitual. De
allí fue al aeropuerto, para no volver hasta el pasado jueves.
“No me gustaron
las cosas como las estaba manejando la directiva, por eso elegí irme. No tuve
ninguna pelea con los jugadores”, acaba de aclarar el dirigente.
Esa respuesta
nos hizo recordar otro episodio: en plena semifinal de 2009, Caracas contrató
al jardinero dominicano Fernando Martínez, que tenía más de una semana sin ver
acción real. Kremblas lo dejó en la banca, pensando usarlo como emergente, si
acaso. Nos dijo antes del choque que Martínez necesitaba tiempo para retomar el
ritmo del swing.
Ávila de inmediato declaró a los medios que, lógicamente, no
había contratado a un importado para tenerlo en la banca. ¿Cómo reaccionó
Kremblas, al informarle Ávila su parecer? Desafiante, ubicó al quisqueyano como
cuarto bate, donde vivió una noche de pesadilla, sin poder dar hits y dando
muestras de estar retrasado en el swing.
hablar de esa expresión que oímos varias veces el martes: “Estos son los Leones”.
Las anécdotas de Kremblas nos llevaron por otro camino. Faltó espacio para
reflexionar sobre aquella sentencia, usada como excusa para despedir a Rick
Sweet. Quizás otro día sea el tema de una nueva columna.
Publicado en El Nacional, el domingo 11 de noviembre de 2012.
