Un vistazo al plan de las Águilas a largo plazo
Algo muy especial
tienen las Águilas.
No sólo se trata de haber clasificado cinco veces seguidas.
Lo realmente notable es que ningún otro equipo haya estado en los playoffs cada
una de esas veces, desde la temporada 2008-2009.
¿Es casualidad? En modo alguno. Zulia ha venido estructurando un club compacto y de alto nivel.
Lo que en algún
momento se le criticó, salir de jugadores establecidos como Alberto Callaspo, se
convirtió en un modo de nutrirse de talento. De afuera llegaron Ernesto Mejía,
el bate alrededor de quien se estructura la divisa; Alex Torres, puntal de la
rotación; Freddy Galvis, la estabilidad de la línea central; Deivis Mavares,
uno de los muchos brazos del bullpen; José Pirela, parte de ese infield que han
hecho de los zulianos uno de los clubes con más profundidad.
En paralelo, la
divisa ha sabido detectar talentos y abrirles camino. Josh Schmidt, Austin Bibens
y Dwayne Pollok, no lucirían tan formidables si no fuera por el aporte de los
también abridores Wilfredo Boscán y Torres.
Henry Rodríguez, José Flores, Ender
Inciarte, Sandy León, Humberto Quintero y sobre todo Carlos González y Gerardo
Parra forman un grupo de primera línea. Si en los últimos años ha habido una
edición de las Águilas con clara opción campeonil, es esta. A pesar de la
ausencia de CarGo, lograron una escuadra balanceada, con experiencia, aunque
joven.
tiene mucho que ver con eso. Primero, porque ha seguido un plan coherente. No
fue azarosa la decisión de salir de los Callaspos para adquirir prospectos.
También fue acertada la determinación de apostar por un equipo atlético y con
mejor defensiva, así como los últimos objetivos, todos cumplidos, entre los que
se contaba agregar un paracorto que se convirtiera en la columna que sostuviera
esta estructura.
Jorge Urribarrí es protagonista en cada uno de esos
movimientos, así como también lo es en la detección de talentos y firma de
nuevos peloteros. Y hasta ahora ha sido auspiciosa la transición en la línea de
mando, desde la generación fundadora, representada por Luis Rodolfo Machado, responsable
de cinco coronas en la LVBP y dos títulos en la Serie del Caribe, a la
generación de relevo, representada por el actual gerente general, Ruperto
Machado hijo.
Entre todos, han redondeado un equipo ganador, consistente, completado
con la adquisición de importados que se han enamorado de Maracaibo y su gente, un
bien escaso en esta época: Schmidt, Pollok, Bibens, Ryan Reid, Darin
Mastroianni y Justin Henry son un grupo notable, al que parece querer sumarse
Evan Gattis, uno de los varios candidatos a Más Valioso que asoman en el
estadio Luis Aparicio.
podido refrendar con un campeonato este compendio de aciertos.
En parte se debe
al azar; no olvidemos que en las series cortas, en postemporada, no siempre
ganan los mejores, sino los que pueden engranarse en el momento preciso.
En
parte, también por las órdenes venidas del norte, que esta vez amenazan con
echar el barco a pique, limitando el desempeño de Parra y Boscán, por lo menos,
y sin contar con que CarGo quiere jugar y no lo dejan.
Y en parte ha sido
también por decisiones incorrectas al reforzar el equipo para los playoffs.
Aquí hay un aspecto en el que el alto mando puede dar muestras de aprendizaje.
Pero también la fanaticada zuliana tiene que dar señales de aprecio y olvidar la
conseja de que este equipo está mal conducido. No hay modo de lograr todo esto
que han logrado los aguiluchos si no se planifican ni se hacen las cosas bien.
Una
de las aficiones más fervorosas del país anhela otro título. Sería una fiesta muy
merecida.
Publicado en El Nacional, el martes 26 de diciembre de 2012.
Excelente análisis Ignacio, nosotros los Aguiluchos esperamos que la gerencia haya aprendido sobre los refuerzos y que no se desperdicie una vez más el esfuerzo de lograr la clasificación en una liga tan competitiva.