El emergente: De David Paisano a Javier Herrera

David Paisano fue noticia entre los parciales guairistas en septiembre. Primero, porque fue dejado en libertad, y luego, porque fue invitado a los entrenamientos y finalmente hizo el equipo.

Paisano vio descarrilar su carrera en los tiempos recientes, quedó sin organización en el norte y perdió el impulso que hacía verle como prospecto del outfield.

Su bate no ha respondido a la altura de su defensa, aunque llegó a ser el ejemplo que ponía Carlos Subero cuando el ex manager deseaba dejar en claro cuál era su proyecto con los Tiburones: “Que un Paisano y los demás criollos aprendan desde la paralela que pertenecer a La Guaira es un orgullo, y que es diferente ser de cualquier otra divisa; recuperar la garra e identidad que se creó en los tiempos de Padrón Panza y que desembocó en La Guerrilla”, decía Subero, palabras más, palabras menos.

Paisano no ha debutado en esta temporada con el equipo grande. Su desempeño en el Programa de Desarrollo fue soberbio, con una línea de producción de .321/.357/.565, con 7 jonrones y 37 empujadas en 41 encuentros. Fue el tercer mayor impulsador en la paralela y compartió la cuarta plaza en cuadrangulares.

Hoy, sin embargo, la noticia en los escualos es el otro patrullero que llegó a las prácticas del Universitario sin contrato ni escuadra: Javier Herrera.

De los agentes libres que firmó la gerencia salada, contando también al experimentado lanzador Paúl Estrada, el caraqueño de Petare ha terminado por ser el único que ha hecho un aporte tan notable como inesperado.

Estrada ha lanzado arriba y en ocasiones ha ayudado, aunque en sus ocho presentaciones tiene 6.75 de efectividad y ha puesto a 2,25 corredores en circulación por cada inning de trabajo.

Otrora promesa magallanera, este bolivarense fue víctima de lesiones. No tiene una temporada con promedio de carreras limpias mejor que 5.14 desde la campaña 2007-2008, su última con los turcos, y está en pleno esfuerzo por regresar a los primeros planos.

Herrera también lo está, pero el resultado ha sido mucho mejor. Le costó ganarse la oportunidad, hay que decirlo. Empezó en el roster de 34, porque el manager Marco Davalillo deseaba contar con un bate derecho en la banca, y no duró mucho, porque apenas había espacio para él.

Fue enviado a las filiales de los litoralenses hasta finales de noviembre, cuando empezó a reescribir su historia en la pelota local.

En tres semanas, el capitalino ha hecho todo lo que de él se esperaba cuando jugaba en la Northwest League, en clase A de temporada corta, cuando fue ubicado por arriba del mismísimo Carlos González en el escalafón de esa liga que hizo Baseball America.

Herrera, que perteneció al Caracas y fue un serio prospecto de los Atléticos de Oakland, tuvo su punto alto en la Serie del Caribe de 2006, cuando fue uno de los patrulleros titulares del equipo venezolano que le dio a los Leones su segunda corona regional, en Maracay y Valencia.

Debió pasar por el quirófano y su intento de volver con Lara, hace unas tres campañas, terminó con otra lesión. Parecía que su tiempo expiraba. Pero tiene 27 años de edad y su desempeño ha sido brillante.

En este corto lapso, sacó 8 jonrones, sin contar la jornada del miércoles, una cifra que supera por uno el total de su carrera aquí. Tiene una línea de .406/.455/.797, que ha puesto a pensar a muchos en considerarlo como Regreso del Año.

Todavía no llega a 80 apariciones en el home, lo que le complicará la opción para el galardón, pero logró un contrato para volver a las menores, con los Gigantes de San Francisco, y ha justificado con creces la apuesta de pretemporada que hizo La Guaira.

Publicado en El Nacional, el jueves 20 de diciembre de 2012.