Ojo con Margarita

Dave Sappelt, Frank Díaz y Luis Chirinos mantuvieron a los
Bravos a sólo un juego del primer lugar en el renglón más importante de la
tabla de posiciones: la columna de derrotas.

Margarita vino este sábado a la capital, luego de un complicado
período en casa, signado por la postergación de tres encuentros en tres días, y
salió del estadio Universitario con una valiosa victoria sobre La Guaira 11
carreras por 9, que mantuvo viva la más que tibia opción de los insulares.

Chirinos se trenzó en un duelo de abridores con Les Walrond.
Después de cinco completos, ganaban los Tiburones 2 por 1. Pero Sappelt y Díaz
tenían dinamita guardada en sus bates.

“Mientras el equipo siga produciendo, tenemos chance”,
proclamó Díaz.

Los escualos conocen bien el guión. Aunque los neoespartanos
ocupan el antepenúltimo peldaño en el balance general de ganados y perdidos, anoche
aseguraron su primera serie particular de la campaña, al llegar a cinco lauros
en seis salidas contra los litoralenses.

Sappelt dio el aviso con su cuadrangular solitario del
quinto acto. Fue la señal de que Walrond se acercaba a su final y la primera
anotación de los visitantes.

El patrullero agregó un doble, un sencillo y un boleto. Sólo
le faltó el triple para la escalera y empujó cuatro, incluyendo dos en medio del
deslave del sexto, que prácticamente sentenció el choque con cinco carreras.

Díaz no estuvo por debajo de su compañero. Descargó cuatro
imparables, incluyendo dos tubeyes, para aumentar su ventaja sobre los líderes del
campeonato en average de bateo.

“No pienso en eso”, descartó el toletero derecho. “Lo
importante es seguir ganando. Somos el equipo con menos juegos y por eso sólo
tenemos 20 derrotas”.

Caracas, Zulia y Anzoátegui han caído ya 19 veces.

Para los salados fue una muerte lenta. Davalillo pidió un
episodio más a Walrond, pensando seguramente en su maltrecho bullpen, el zurdo
se desplomó y los relevistas tampoco contuvieron la hemorragia.

La Guaira tiene la peor efectividad colectiva del torneo.
Eso incluye el único cuerpo de apagafuegos con más de 5.00 de promedio. Por
eso, los visitantes, que sólo fabricaron una en los primeros cinco tramos,
hicieron diez en los siguientes tres.

“Es un día triste, porque estamos en un momento difícil y
necesitamos ganar”, apuntó Javier Herrera, el héroe de los Tiburones, que ayer
empató el récord de tres jonrones en un juego y, a pesar de ello, no pudo
evitar la caída de su tropa.

Publicado en El Nacional, el domingo 2 de diciembre de 2012.