Analizando el cambio entre los Caribes y los Tiburones
Renyel
Pinto por Oscar Salazar. Vaya cambio el que decidieron Anzoátegui y
inicio al receso entre temporadas.
Uno de los abridores más cotizados de la
liga en los años recientes, bastión de los Caribes, por el capitán de los
Tiburones, nada menos.
Como en muchos pactos realizados aquí, hay una marea
profunda que derivó en el anuncio dominical.
Pinto perdió su lugar en la
rotación en plena postemporada y, según voces de la tribu, no lo tomó de buen
ánimo.
Salazar era visto por muchos como el símbolo de la mala temporada de los
escualos, aunque toda afirmación peyorativa sea injusta.
¿Quién gana el
cambalache?, se preguntaron de inmediato los aficionados.
El tiempo dirá. Pero
un primer repaso muestra que ambos equipos apuestan en grande por jugadores
que, de responder a las expectativas, pueden llenar de inmediato el vacío que
cada escuadra tuvo entre octubre y diciembre.
a ser uno de los favoritos de la legión guairista. Grandeliga hasta 2010 y
dueño de una ofensiva que tuvo su punto más alto en el campeonato 2008-2009.
Desde
entonces, ha ido en declive.
Su average ha bajado de
cinco zafras.
Su slugging, principal característica de su ofensiva, ha
zigzagueado de
Su OPS,
que hace un lustro fue 1.004, acaba de cerrar en un pobre .604.
Su largo slump culminó
con 10 extrabases en 202 apariciones legales en la 2012-2013, apenas uno por
cada 20 idas al home, con 16 impulsadas.
¿Está acabado el Cachi? En la
respuesta a esta pregunta está la ganancia que pueden obtener los Caribes.
La
gerencia oriental compara su caso con José Castillo y hay similitudes: Castillo
también tuvo dos pobres cosechas al hilo y fue descartado por los Bravos, que
finalmente le enviaron a Puerto
guariqueño renació, hasta convertirse en el Regreso del Año. Esa es la apuesta
de los aborígenes, necesitados de bates y con cierto superávit de lanzadores para
entregar.
También hay diferencias entre ambos casos: Salazar cumplirá en junio
35 años de nacido, esto es, tres años más que Castillo y una edad en la que el
cuerpo suele cobrar impuestos. El llanero, en contraste con el aragüeño, no dejó
de producir con el madero en México y el caso de Eliézer Alfonzo nos recuerda que
ese es un buen termómetro.
El “Cachi” al menos estará motivado a dar lo mejor
de sí y rebotar a partir de octubre. Ojalá lo consiga.
Pinto
también tendrá una motivación extra: demostrarle su error a su ex equipo.
Es
cuatro años menor que Salazar, lo que da una ventaja a los Tiburones.
Tiene
mejor efectividad de por vida que cualquier pitcher salado en las últimas cinco
justas, 3.95, contando quienes han sumado 100 innings o más.
Viene de un torneo
para el olvido, con 5.08 en 11 encuentros, pero es un abridor y eso no tiene
precio en
su recuperación depende el resultado de este cambio para los escualos. En su
momento, todos pensamos que Alberto Bastardo sería una estupenda adición para
los litoralenses, pero por lesiones o inconsistencia no ha respondido a las
expectativas.
A favor de Pinto, que también es zurdo —otro bono adicional— está
que su mejor temporada, la 2011-2012, ocurrió después de terminar con 0-2 y
5.52 la reunión anterior.
Ningún equipo ha tratado de añadir más pitcheo que
los centrales en los últimos meses. Con el recién llegado no termina la
necesidad de sumar brazos, ciertamente, pero con Mauricio Robles a tiempo
completo, la recuperación de Sergio Escalona y Pinto en su mejor forma, si es
que puede estarlo, la samba tendrá razones para festejar.
Publicado en El Nacional, el martes 5 de febrero de 2013.
En el papel salen ganando los Tiburones. Pinto tiene mucho en el brazo todavia mientras que el Cachi viene en declive
El cambio lo gana Caribes de calle.