Las metas de los venezolanos (VI)
El derecho sucrense puede convertirse en el primer venezolano en lanzar 700 juegos en las mayores, entre muchos otros logros
Tres
venezolanos han lanzado al menos 400 juegos en las grandes ligas y nunca han
abierto un juego: Francisco Rodríguez, con 682; Rafael Betancourt, con 603; y
Jorge Julio Tapia, con 453.
Se trata de una rara combinación de estadísticas.
Richard Garcés fue, en algún momento, el criollo con más apariciones sin haber
iniciado jamás. Se retiró en 2002 con 287.
El récord en las mayores está en
manos de Ken Tekulve, el inolvidable serpentinero de bola submarina, que vino
al país con el Magallanes de los años 70 y fue cerrador de los Piratas. Tekulve
subió a la lomita en 1.050 ocasiones y siempre lo hizo como relevista. Pero
aunque en el pasado hubo otros casos notables, como Sparky Lyle, que escolta al
“Flaco” con 899, la característica es más bien reciente.
Entre los nativos, por
ejemplo, después del “Kid” Rodríguez, Betancourt, Julio y Garcés, aparece José
Mijares, con 264 incursiones, seguido por Renyel Pinto, con 244, y Ronald
Belisario, con 196. Cinco de esos siete criollos se mantienen activos y un
sexto, Julio, se retiró hace muy poco.
escribimos de esto?
Es apenas una de muchas rarezas en las que Betancourt se ve
involucrado.
El sucrense va a su segunda temporada como cerrojo de los Rockies
y ha labrado una carrera brillante, parcialmente oculta en el rol de setup que
tuvo con Cleveland y Colorado entre 2003 y 2011.
Brillante y sorprendente,
comenzando con el hecho de que firmó para jugar beisbol profesional con la idea
de emular a Omar Vizquel, pero fue convertido de campocorto en lanzador cuando
estaba a punto de cumplir 22 años de edad, en 1997.
Eso explica en parte que
llegara tan tarde a la gran carpa, a los 28, pero no explica su extraordinario
dominio sobre la zona de strike: es el único monticulista en la historia con
más de 600 juegos lanzados y apenas seis o menos pelotazos repartidos.
De
hecho, únicamente ha golpeado a uno en toda su carrera, el 3 de agosto de 2003.
Luego de eso, ha logrado una insólita seguidilla de 593 encuentros sin pegarle
un pitcheo a toletero rival alguno, un lapso en el que ha sumado 608.2 innings.
He ahí una de sus metas esta temporada: subir a 600 partidos esa cadena.
Y he
aquí otra prueba del dominio que este serpentinero nacido en Cumaná tiene sobre
la zona de strike: entre todos los bigleaguers que al menos han aparecido en
seis centenares de cotejos, uno solo tiene más de 650 ponches y menos de 150
bases por bolas. ¿Es necesario escribir que se trata de él?
es el venezolano que ha logrado 30 rescates a más edad. Lo hizo después de
soplar 37 velitas, la campaña pasada. Curiosamente, fue la primera de su
carrera, porque jamás había sido cerrador a tiempo completo.
Ahora lo es en
Colorado, porque esa mezcla de control y velocidad es difícil de hallar y muy
complicada de batear. “Disfruto mucho venir en el noveno inning”, le dijo a MLB
TV, hace casi dos semanas.
Pero aunque el manager Walt Weiss le ha pedido que
sea más rápido en el windup —porque el diestro es el pitcher que más tarda
entre lanzamiento y lanzamiento, otra rareza en su historial—, él no quiere cambiar
muchas cosas más. “Espero seguir haciendo lo mismo que el campeonato pasado”.
No
es imposible que el oriental agregue los 42 salvamentos que le faltan para
llegar al centenar, un tope que en la expedición nacional únicamente han
conseguido Rodríguez y Ugueth Urbina.
Repetir la treintena, ya con 38 años de
edad, es otro objetivo a la mano para este monticulista de abundantes logros y
escasa publicidad, cuya efectividad de 3.15 únicamente está por detrás del
“Kid” entre todos los venezolanos que han sumado 500 innings o más.
Publicado en El Nacional, el martes 26 de marzo de 2013.
