Félix Hernández tuvo un discreto reencuentro con el estadio donde ha lanzado la mitad de sus partidos. ¿Casualidad o producto de los cambios que ocurrieron allí?
¿Félix Hernández una víctima del Safeco Field? ¿Es eso
posible?
El derecho únicamente ha lanzado una vez en su parque esta temporada y
el balance, visto de cerca, no fue tan malo. Salió derrotado, sí, pero una de
las cuatro carreras que permitió fue inmerecida. Le dieron 10 hits y entregó
dos boletos, con cinco ponches en 6.2 actos, el jueves.
“Pienso que estuvo más
afilado esta vez que en su salida anterior”, aseguró el manager Eric Wedge a la
agencia The Associated Press. “Sus herramientas estuvieron mejor. Dejó arriba
un par de pitcheos y lo castigaron”.
Es obvio que el carabobeño no ha llegado
todavía al punto de sentirse cómodo con su actual forma. Estamos muy cerca del
spring training, lo que puede explicar su salida del jueves y el descontrol que
acusó el sábado anterior, cuando tampoco pudo anotarse la centésima victoria de
su trayectoria en las mayores.
acostumbrada. Eso justifica que tenga una media de 6,97 ponches por cada 9
innings, muy lejos del promedio de 8,24 que muestra en su carrera.
ha promediado
por hora con la bola rápida, casi tres millas menos de lo que había promediado
desde 2011. De nuevo, la vecindad con los entrenamientos de primavera
posiblemente tenga que ver con esto.
mantiene saludable, debe cobrar fortaleza y ponerse más cerca de las
es lo esperado. Será cuestión de seguirlo de cerca, sin hacer sonar alarmas.
más que en un lento inicio (y lento sólo para un pitcher de sus
características, pues tiene 3.05 de efectividad y 1.16 de WHIP, numeritos que
serían muy buenos para cualquiera y que, de hecho, están por debajo de lo
promediado por el propio venezolano desde su debut arriba).
La gerencia de los
Marineros corrió las bardas del Safeco Field hacia el home. Fueron sólo unos
cuantos pies, pero seguro habrá un impacto en lo que ocurra ahora en ese
escenario, que fue reconocido hasta 2012 como uno de los parques más difíciles
para batear, junto a estadios como el Petco Park, el Dodger Stadium y algunos
más.
Seattle lo hizo con la manifiesta intención de conseguir más batazos. No
quieren que su casa siga siendo el cementerio de grandes bateadores. Ha
ocurrido en el pasado y no lo desean en el futuro para Jesús Montero y
compañía.
Pero lo que pueda ayudarles también beneficiará a los toleteros rivales,
pues las paredes no van a moverse hacia atrás cuando vengan a batear los
equipos contrarios.
En 2013 seguramente habrá más jonrones y más tablas contra
las bardas. ¿Muchos más o sólo unos cuantos? Hasta ahora, los occidentales han
anotado 4,1 carreras y han permitido 5,3 por encuentro después de disputar 11
partidos, contando lo hecho adentro y afuera. En Seattle pisaron el plato 4,5 y
toleraron 7,0 por jornada en sus primeras cuatro presentaciones.
Es obvio que
hay una diferencia. Pero la muestra es mínima. Falta ver cómo evolucionan esas
cifras.
Por lo pronto, hay un contraste sorprendente: la sabermetría creó una
medida llamada “Park Factor”, o “Factor Parque”, en castellano, que mide la
producción en cada campo, contrastándola con la producción del resto de las
grandes ligas; el Safeco ocupó el último lugar de la lista en 2012, pero
aparecía en la octava posición cuando revisamos el escalafón de este año.
De
nuevo, es muy temprano para sacar conclusiones, pero vale la pena ver la
evolución de esto y su impacto en los pitchers. Especialmente en los números
del “Rey Félix”.
Publicado en El Nacional, el domingo 14 de abril de 2013.