El mejor alumno de Robert Marcano

Fecha:

Que la última hazaña de Alex Ramírez sirva para
resaltar la carrera del precursor venezolano en el beisbol japonés


Robert
Marcano nunca estuvo más cerca de las grandes ligas que en septiembre de 1974.
El
barloventeño cumplió 23 años de edad aquella temporada, la mejor en todo su
recorrido de seis campañas en las menores. No sólo tuvo una línea de producción
brillante, con .317/.368/.489; además, empujó 91 carreras en 124 juegos y tuvo
.857 de OPS, el mejor de su historial en las granjas de los Ángeles de
California.
Marcano,
que firmó cuando era un campocorto adolescente, tenía la habilidad para
defender la intermedia, la antesala y hasta el outfield. Pertenecía a una
organización que distaba mucho de ser un contendor en el oeste de la Liga Americana. Había
disfrutado de dos zafras como titular con los Tiburones de La Guaira, el equipo de toda
su vida.
La vida
parecía sonreírle al mirandino aquel septiembre, cuando el torneo en triple A llegaba
a su final y en la gran carpa se expandían a 40 los rosters activos.
Fue un
espejismo. A lo sumo, una paradoja. Nunca estuvo Marcano más lejos de las
mayores que entonces.

California,
posiblemente porque el precio del mirandino creció exponencialmente, halló que
era mejor negocio venderlo al beisbol japonés que darle una oportunidad como
utility, dado que en la organización no le veían capaz de asentarse en una
posición.
“Dudé en
ir, porque veía al Japón como México, a donde sólo iban los desechos del
beisbol”, recordó Marcano en 1985, conversando con el periodista Cristóbal
Guerra, de El Nacional. “Se
excusaron, diciéndome que tenían muchos jóvenes en la organización”.
El
infielder aceptó, finalmente. Tomó los 18.000 dólares que le ofrecían los Bravos
de Hankyu y en 1975 se convirtió en el primer venezolano en formar parte del
circuito nipón.
“Apenas
llegó, hizo sentir su presencia, y a medida que fue avanzando su carrera,
también fue mejorando”, comentó el veterano periodista Wayne Graczyk, del Japan Times, entrevistado hace un año
por BeisbolJaponés.com. “Yo lo
colocaría entre los 25 mejores extranjeros que han jugado aquí y entre los 3
mejores camareros, junto a Bobby Rose y John Sipin”.
“Para mí,
es el mejor segunda base extranjero que ha jugado en Japón”, terció el cubano
Roberto Barbón, el primer forastero en ver acción en el archipiélago, citado
por el portal.
Marcano se
retiró después de la campaña de 1985,
a
los 34 años de edad y luego de dar 232 cuadrangulares
en la NPB, la
máxima cifra en aquel momento para un importado en esas tierras.
La brecha
que abrió se expandió de tal modo, con el tiempo, que hoy otro venezolano, Alex
Ramírez, celebra por ser el primer extranjero con 2.000 hits en el beisbol
japonés.
Ramírez está
probando ser el alumno más aventajado del mirandino nacido en El Clavo.
Él, Alex
Cabrera y Roberto Petagine han acumulado distinciones al Jugador Más Valioso,
lideratos de cuadrangulares y empujadas, títulos, récords y primeras planas.
Pero el vuelacercas con que “Ramichán” selló su búsqueda de los dos millares de
imparables es el colofón de una carrera tan celebrada hoy como lo fue antes la
de Marcano.
“Es
grandioso, nunca esperé esto”, admitió Ramírez de saco y corbata, entrevistado
en un talk-show nipón, después de
completar la gesta. “Desde que firmas para jugar profesionalmente, todos anhelamos
dar el jonrón decisivo en un séptimo juego de la Serie Mundial. Pero
esto es como un sueño hecho realidad. Nunca pensé que llegaría a 2.000 con un
jonrón. Fue muy especial”.
El estadio
no estaba lleno el sábado, posiblemente por la lluvia que caía, pero el aplauso
fue generoso. El Jingu Stadium fue el primer hogar del outfielder, que llegó a la NPB cuando las Golondrinas de
Yakult compraron su contrato a los Piratas de Pittsburgh, en 2000, cuando
estaba por cumplir 26 años de edad.
Ramírez,
que hoy defiende al DeNa de Yokohama, recibió un gran ramo de flores que su
antigua divisa tenía lista para homenajearlo por el logro. El choque se detuvo
por varios minutos. El venezolano bromeó, rió y gesticuló, en el centro de la
atención.
“Ramichán”
ya tiene 20 zafras en la pelota rentada, las últimas 13 en el Lejano Oriente.
El 3 de octubre festejará su cumpleaños número 39.
“Lo más
difícil para mí fue adaptarme a la cultura japonesa, porque es muy diferente”,
admitió Ramírez. “Y la forma en que se juega aquí, es totalmente diferente a
como se juega en el resto del mundo”.
Marcano
también debió adaptarse, con el obstáculo adicional de que había muy pocos
latinoamericanos presentes en la liga. Tiempo después, serviría de puente y
traductor a Luis Mercedes Sánchez, uno de los primeros compatriotas que siguió
sus pasos.
“Japón fue
para mí un mundo nuevo”, admitió Marcano en 1985. “Aprendí a vivir de otra
manera. También adquirí su mentalidad y su forma de pensar”.
El
barloventeño murió en 1990, víctima de un cáncer.
 “Si preguntas a alguien por aquí acerca de
Marcano, todo el mundo lo conoce”, sostuvo Barbón hace un año.
También
conocen Venezuela, gracias al mirandino, mientras celebran la hazaña de
“Ramichán”.

Publicado en BeisbolVenezolano.net, el lunes 8 de abril de 2013.

Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor, y escribo sobre beisbol desde 1985. Durante 33 años fui pasante, reportero y columnista en El Nacional, ESPN y MLB.com, y ahora dirijo ElEmergente.com. También soy comentarista en el circuito radial de Cardenales de Lara y Televen. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

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