Escribí esta columna el año pasado, al conocerse la elección de este Héroe del 41 para nuestro Salón de la Fama del beisbol. La rescato como homenaje a propósito de su exaltación, este jueves, al templo de los inmortales
La entronización de Dalmiro Finol en nuestro Salón de
Ver que había dado 48 jonrones en sus 11 temporadas en
Sabíamos de su aporte en la conquista habanera, sabíamos de su leyenda y fama como estrella de los tiempos fundacionales. Sabíamos, también, que había sido el primer líder en cuadrangulares de la liga, con 7, en 1946, y que en 1949 sonó el primer bambinazo en la historia de
Eso ha debido prepararnos para este hallazgo, pero no: al momento de su adiós, Finol era el Antonio Armas, el Robert Pérez de su tiempo.
Nadie en
El barranquero se retiró como tercero en juegos disputados y veces al bate, y cuarto en anotadas, hits y tubeyes. Sólo García y Carrasquel superaban su total de extrabases.
¿Cómo era posible que no estuviera ya en nuestro Salón de
La temporada siguiente reforzó al Magallanes, en el año inolvidable de la pelota nacional, y también actuó con el Litoral OSP, otra novena ya extinta, como casi todas las de esa época.
Finalmente llegó al Cervecería en 1945. Jugó con el Caracas hasta 1953, incluyendo la primera campaña de la franquicia como Leones, antes de pasar al Gavilanes, en el Rotatorio, y cerrar su trayectoria en
Ese adiós, sin embargo, marcó únicamente su retiro en la capital. Gracias a esa notable pieza de investigación que es
iajó poco, apartando su experiencia con la selección nacional. Apenas hallamos su nombre en la nómina del Monterrey en 1954, cuando ya había dado lo mejor de sí.
aseball-Reference.com no ofrece los registros estadísticos de su breve paso por México, donde coincidió en el mismo club con dos leyendas criollas: Alejandro “Patón” Carrasquel y Guillermo Vento, quizás el más grande receptor venezolano de todos los tiempos, si Baudilio Díaz nos permite el atrevimiento y mientras esperamos por ver hasta dónde Miguel Montero y Salvador Pérez son capaces de llegar.
Finol murió en 1994. Y sin embargo, está claro que mucho antes de esta exaltación ya había logrado su definitiva inmortalidad.
Publicado en El Nacional, el sábado 1° de diciembre de 2012.
Ignacio, no sabe la alegría que produjo esta nota sobre Dalmiro (Finol), porque los de mi época fuimos fanáticos del zoológico, como mi tío Humberto, "varguista" se refería, no sin desprecio al "puros criollos" del Cervecería…El Conejo, Camello, Dumbo, Mono, Cambao, Redondo! Patrón! Chico…Y fue Dalmiro el gran jonronero, que compitió con Pendleton, Trouppe! tallos y demás "Cabilleros" que traía el Magallanes. Siempre le leo, gozo de sus análisis y excelentes investigaciones. Usted nos hace a los periodistas sentirnos orgullosos de ser comunicadores en la fuente de los deportes. Gracias? El Vito