El Emergente. El guardaespaldas de Cabrera

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La salida de Prince Fielder ha desatado los temores en una parte de la afición, que teme por los números de Miguel Cabrera. Pero ¿saben? No hay nada que temer



¡Miguel
Cabrera quedó sin guardaespaldas! ¿Quién cuidará al aragüeño en el lineup de
los Tigres? ¿Cómo defenderá su reinado de Jugador Más Valioso?

Preguntas así
aparecieron con velocidad de metralla apenas se conoció la noticia sobre el
mega cambio entre Texas y Detroit, que envió a Prince Fielder a los Rangers,
con Ian Kinsler haciendo la ruta contraria.

Media
docena de venezolanos fue impactada directamente por la transacción: Cabrera
tendrá un nuevo cuarto bate y, al igual que Víctor Martínez, quizás se mude de
posición; el agente libre Omar Infante ya no regresará a los felinos y recibirá
un contrato grande en otra parte; Elvis Andrus sale del mercado de cambios y se
congestiona la vía que conduce a las mayores para Rougned Odor, Luis Sardiñas
y, sobre todo, Hernán Pérez.
¿Cómo
defenderá sus logros Cabrera? Pues del mismo modo que en el pasado.
El aragüeño
fue campeón bate en 2011, cuando Fielder jugaba en Milwaukee, con V-Mart
bateando después de él, y en 2010 fue líder empujador de la Americana con 126
remolques, cuando no tenía a ninguno de los dos y Magglio Ordóñez estaba fuera
por lesión.
Los grandes
bateadores no necesitan quien los cuide.
¿Que no le
lanzarán ni un strike? Pamplinas, sí lo harán. ¿O acaso los boletos impidieron
hacer historia a Barry Bonds?
Fielder ha
dado menos jonrones en cada una de sus tres últimas campañas, con apenas 25 en
2013, también ha bajado el número de empujadas y en general todas sus estadísticas,
y su defensa es muy pobre.
En
Arlington subirán sus números, pero seguirá cumpliendo años, con el favor de
Dios. Y los años envejecen, un proceso que es más rápido, en términos
deportivos, cuando se tiene el físico del gigantón.
Detroit
sobrepagó por él cuando era agente libre y se lesionó V-Mart, porque necesitaba
ofensiva de modo desesperado, pero es una locura creer que los Tigres iban a
sobrevivir sin daño a ese sueldo de 25 millones de dólares anuales dentro de
cinco campañas, cuando los 25 cuadrangulares de ahora se hayan reducido a 20.
Con el
cambio, ahora abren paso al súper prospecto Nick Castellanos, que defiende la
tercera y está listo en triple A. Mantienen el potencial ofensivo con un
bateador que ha sido dos veces 30-30, como Kinsler, y liberan millones de
dólares para firmar a Max Scherzer a largo plazo y eventualmente extender el
contrato del propio Cabrera, que ya está llegando a su final.
Es cierto
que Kinsler no ha sido un 30-30 en sus últimas dos zafras. Que ha mermado, como
Fielder. Pero eso lo mantiene en el mismo plano que él: ambos tienen historial,
ambos pueden aportar desde áreas específicas.
Sin Fielder
en el primer cojín y posiblemente sin Cabrera en tercera, la defensa de Detroit
será mejor. Al ser mejor, evitará más carreras y el pitcheo será más dominante.
Con el
venezolano en primera, o más posiblemente, alterándose entre la inicial y el
rol de designado con Martínez, la salud del nativo de Maracay será mejor.
¿Recuerdan los problemas de Jim Leyland para alinearlo en plena recta final,
cuando las lesiones en el torso, la espalda y la ingle más aquejaban?
Darle
descanso era lo conveniente, pero los felinos necesitaban su bate para pelear
el pase a los playoffs. Cabrera nunca paró y, en consecuencia, se lastimó más,
no produjo lo esperado en la postemporada y terminó en el quirófano para
reparar el daño.
Con el
puesto de designado libre, ahora podrá estar allí cuando tenga una mínima
molestia, es decir, podrá descansar sin salir del lineup, porque su compatriota
podrá estar esos días en la inicial.
Todos ganan
con el cambio.
Fielder,
porque irá a un parque amigable para la ofensiva, en un tiempo que parece ser
de declive para él, lo que postergará ese proceso.
Texas,
porque consigue lugar para el prospecto Jurickson Profar en segunda y llena el
vacío que tenía en la inicial.
Detroit,
porque recibe una rara avis, un
camarero que batea con poder y roba bases, cubre la vacante de Omar Infante y
se ahorra un dinero que necesita para mantener en casa a dos de sus principales
estrellas.
Y gana Cabrera,
sobre todo. Gana la posibilidad de producir más, al mantenerse en juego cuando
esté dolorido.
¿Que ahora
no tiene guardaespaldas? Los grandes bateadores no los necesitan.
¿O acaso alguien
recuerda quién fue el guardaespaldas de Bonds?
Publicado en El Nacional, el viernes 22 de noviembre de 2013.
Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor, y escribo sobre beisbol desde 1985. Durante 33 años fui pasante, reportero y columnista en El Nacional, ESPN y MLB.com, y ahora dirijo ElEmergente.com. También soy comentarista en el circuito radial de Cardenales de Lara y Televen. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

1 COMENTARIO

  1. Lo mismo se decia cuando Florida cambio a Carlos Delgado a los Mets, Miguel hizo que no se notara su salida, no necesito esa "proteccion" y al igual que siempre monto numeros importantes.

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