Quieto en primera. La serie busca recuperar su majestad

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Ya no hay estrellas, como las había antes. Pero los cambios son buenos. Oswaldo Guillén y Juan Francisco Puello Herrera analizan por qué sufrió un descenso de nivel la Serie del Caribe

Por Alfredo Villasmil
Porlamar. Cuando uno escribe los roster en la libreta de anotación
para poder seguir las incidencias del partido no ve ningún nombre resaltante.
Antes, la Serie del Caribe era una reunión de estrellas. A
los grandeligas les gustaba venir a jugar aquí.
Nombres como los de Willie Mays, Juan Marichal, Antonio
Armas, por decir algunos, eran habituales en estas citas. Ya no es así.
Las realidades en el beisbol han cambiado de manera
vertiginosa.
«Antes, para nosotros era bueno venir a la Serie del
Caribe, porque uno ganaba 160.000 dólares en grandes ligas y necesitabas el
dinero. Ahora no», explicó Oswaldo Guillén, cuando le preguntamos al respecto.


«Un pelotero que te gana tres y cuatro millones de dólares no
se va a arriesgar a estar aquí».

Este razonamiento tiene lógica. El beisbol actualmente,
sobre todo el de las mayores, mueve mucho dinero, paga grandes cantidades de
dólares. Por eso nadie quiere arriesgarse a una lesión en un evento que para
una gran cantidad de jugadores no significa nada en lo deportivo.
Pero más allá de lo que se le paga a los peloteros, una de
las cosas que más han influido a este abandono casi voluntario de los grandes
nombres en la Serie del Caribe es la proximidad de los entrenamientos de
primavera. Esta es la verdadera causa por la cual los peloteros no quieren
uniformarse con sus países en la justa subcontinental.
El ejemplo que mejor sirve para ilustrar lo que decimos es
la fecha cuando abren los Diamondbacks de Arizona su spring training.
Este año los pitchers, catcher y jugadores invitados deben
firmar la lista de asistencia a partir del 6 de febrero y los Dodgers de Los
Ángeles abren fuegos el 8 del citado mes. ¿Cómo entonces asistir a la Serie del
Caribe si juego para uno de esas dos organizaciones?
«Son cosas que perjudican a nuestra pelota, pero es una
realidad que ha cambiado y cada día se hace más evidente, pero así son nuestros
campeonatos y debemos vivir con ello», dijo Juan Francisco Puello Herrera,
comisionado del Caribe, cuando le preguntamos sobre el tema.
Por eso la llegada de Cuba, el cambio de formato, las
televisoras internacionales transmitiendo, el mercadeo de las camisetas y otras
cosas, han hecho de este beisbol un evento quizá carente de figuras, pero lleno
de sabor, cobertura mediática y pasión caribeña.
Quizá el haber incluido a los antillanos le dé a esta justa
esa majestad que siempre espero tener: la de un evento de alta factura, una
serie de campeones.
El beisbol es libertad, libertad en movimiento.

Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor. Escribo sobre beisbol desde 1985. Dirijo ElEmergente.com. Soy comentarista en el circuito radial del Cardenales de Lara y en Televen, tanto en las transmisiones de la LVBP como en la MLB. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

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