El catcher mirandino está en Australia, a punto de comenzar su temporada 17 en las mayores, un récord entre catchers venezolanos. Por su edad, prácticamente cada cosa que logra impone o iguala marcas en las mayores
Henry
Blanco no puede ocultar ya las canas, por más que su programa de
acondicionamiento físico le permita exhibir el cuerpo de un treintañero y los
tatuajes de ambos antebrazos refuercen esa imagen que durante casi dos décadas
ha paseado por las grandes ligas.
mirandino abordó el gigante avión de Quantas, uno más entre los 400 y tantos
pasajeros que emprendieron rumbo a Australia. En su mente, la convicción de que
ya puede iniciar una carrera como manager en la LVBP, pero también, todavía, el deseo de despedirse
del beisbol activo con una campaña más en las mayores.
récords empacó en su equipaje, reflejo de su insólita longevidad deportiva.
punto de hacer el equipo. Es uno de los 30 jugadores que se llevaron los
Diamantes de Arizona a la serie inaugural en las antípodas. Falta un corte más,
para reducir a 25 los que se quedarán y saber si su carrera como instructor esperará
un poco más.
catcher venezolano ha disputado 17 campeonatos en la gran carpa. Esa es la
cantidad a la que Blanco aspira a llegar en 2014.
De hecho, es el único que
suma ya 16 torneos, una cantidad que Ramón Hernández intenta igualar, mientras
reparte batazos en el spring training con los Reales de Kansas City.
Díaz acumuló 13, la misma suma que tiene Yorvit Torrealba.
de Guarenas es un caso raro en el beisbol. No sucede a menudo que un careta
cumpla 40 años de nacido y se mantenga en la alta competencia. Por eso, casi
todo lo que hace le sirve para compartir una marca.
dueño de muchos registros, comenzando por ser el único criollo que ha defendido
a 11 divisas diferentes en las grandes ligas: Cachorros, Bravos, Cerveceros,
Mellizos, Mets, Rockies, Dodgers, Padres, Marineros, Azulejos y, por supuesto
los Diamantes, la organización a la que regresó, en busca de su final feliz.
largó tres jonrones. Parece poco. Pero con él es así: tómese casi cualquier
registro y, al pasarlo por un buscador estadístico, aparece la rareza.
tres receptores en la historia de las mayores habían logrado dar tres
vuelacercas en una misma justa, a los 41 años de edad o más. El primero fue
Walker Cooper, en 1955. Le siguió el incombustible Carlton Fisk, varias veces,
y por último Rick Dempsey.
cumplió 42 en agosto, es el cuarto en la lista y el primero que lo hace desde
1992. De hecho, apenas ocho custodios del plato han conectado así sea un solo
bambinazo como bigleaguers, una vez cumplida la edad que exhibía el ex capitán
del Caracas al iniciar la temporada pasada.
los cuatro citados más arriba, lo hicieron Bob Boone, Merv Shea, Chief Zimmer y
Pat Borders.
años de historia y muy pocos casos. Blanco es un caso raro. ¿Cuánta pólvora le
queda por quemar?
Marineros apostaron por él cuando quedó en libertad, a mediados del anterior
campeonato. Creyeron que le quedaban municiones. Los corredores contrarios no creían
tanto. Le salieron a robar 16 veces y él puso out a seis.
ciento de acierto que tuvo con Seattle le ubicó muy por encima de la media de la
Liga Americana, que fue de 26 por ciento.
es la gran virtud de Blanco, incluso con las canas que asoman en su cabello.
Tiene 42,77 por ciento de éxito contra los estafadores rivales, el segundo
mejor entre todos los catchers activos, sólo superado por Yadier Molina, con
44,63.
cosas pasan por nuestra mente cada vez que pensamos en el mirandino. Aunque es factible
que él no piense tanto en esas cosas. Le divierte enterarse, cada vez que
aparece una rareza estadística relacionada con su longevidad, pero su mayor meta
y deseo es jugar un año más. Simplemente eso.
soñaba con saltar al terreno de nuevo cuando estiró sus piernas a bordo del
vuelo de Quantas, con destino a Australia.