El Emergente. La promesa que es Félix Fermín

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¿Qué pueden esperar los Cardenales de su nuevo piloto? La huella de los pilotos dominicanos ha sido importante en la LVBP y su trayectoria promete grandes cosas, aunque ni siquiera un buen manager es garantía de victorias

Ni siquiera
un buen manager es garantía de triunfo.

¿Qué hizo
que Joe Torre, discreto piloto en sus tiempos iniciales, ganara su placa en el
Salón de la Fama de Cooperstown?
¿Fue
dirigir a los Yanquis, un equipo millonario y bien ensamblado? ¿Hizo aquello
despertar un talento que tenía escondido? ¿O cualquier estratega hubiera sido tricampeón
con esa nómina, encabezada por Derek Jeter, Jorge Posada, Bernie Williams y
Mariano Rivera?
Oswaldo
Virgil firmó con los Cardenales de Lara en los años 80, poco después de haberse
coronado con los Tiburones de La Guaira. 
Antes, en los 70, conquistó una corona con los Leones del Caracas y dos
más con los Tigres de Aragua. Era el timonel importado más ganador en la LVBP
después de Regino Otero, al menos hasta la llegada de Buddy Bailey.

Virgil
nunca pudo celebrar con los pájaros rojos. Fue su último intento en este
circuito. En cambio, un hombre de beisbol apasionado y dicharachero, sin tanto historial
como dirigente, quebró la larga sequía de los crepusculares, cuando tuvo la
oportunidad de tomar las riendas del club: Domingo Carrasquel.
La firma de
Félix Fermín no es, necesariamente, la garantía de que los occidentales
regresarán a la clasificación y dejarán atrás esas tres eliminaciones que
sufrieron en los últimos cuatro años.
Lara se
metió en la final de 2013 gracias al pitcheo, especialmente a un cuerpo de
relevistas que estuvo encabezado por Daniel Farquhar y Yoervis Medina. La
mayoría de esos brazos faltó en la zafra siguiente y por ello los pajarracos
quedaron fuera de la postemporada apenas unos meses después.
Fermín ya
probó lo que se siente pasar del cielo al suelo, repentinamente. Con las
Águilas Cibaeñas ganó cinco coronas, cifra tope en el beisbol profesional
dominicano. Con los Gigantes del Cibao, poco después, no pasó de dos campañas.
Su fracaso
con estos últimos no necesariamente se debió a una nómina floja. Fue
prácticamente el mismo roster que manejó el venezolano Luis Dorante el año
anterior, y Dorante marcó su huella en Lidom, metiendo a los Gigantes en la
pelea.
Bailey era
un completo desconocido al venir por primera vez, en la justa 2002-2003, con
una corta experiencia como coach en las mayores y una mediana trayectoria como
manager de ligas menores. Hoy, el cubano Otero es el único que le aventaja en títulos
en este circuito.
Tampoco
Felipe Alou tenía mayor recorrido cuando el Caracas se lo trajo, pero en un
lapso de apenas tres torneos le dio dos campeonatos a la franquicia, entre 1977
y 1980.
Manny Acta,
otro quisqueyano que pasó por la LVBP, era tan sólo una promesa, un técnico de
clase A avanzada, cuando asumió el mando de los Leones, casi por obligación.
Terminó siendo un grande de la región, pero no aquí. En la LVBP fue un fracaso,
porque no tenía pitcheo que respaldara su gestión; en Dominicana fue campeón
con los Tigres del Licey, dirigió en las mayores y de nuevo ganó con los
bengalíes hace meses, pero como gerente general.
Fermín va a
encontrarse con un equipo disfuncional. Con súper estrellas como Luis Jiménez y
notables lanzadores jóvenes como Edwin Escobar, pero también con grandes
carencias, como la posible ausencia de Escobar, Medina y la mayor parte de esos
monticulistas que darían competitividad a los encarnados.
Cinco
cetros en Lidom es demasiado currículo para no entusiasmarse. No habrá timonel
alguno en la 2014-2015 con ese palmarés, ni siquiera en un caso supuesto de ver
con los Caribes de Anzoátegui al boricua Eduardo Pérez, que ya ha sido campeón
en Puerto Rico.
La firma de
Fermín es una buena noticia para esta pelota, en general, y para la afición
crepuscular, en particular. Venezuela vuelve a estar cerca de este ex
infielder, que alguna vez fue cambiado de los Indios de Cleveland a los
Marineros de Seattle por Omar Vizquel.
Que pueda
ganar es otra historia, aunque para sus nuevos parciales es un buen augurio recordar
el éxito que los managers de Quisqueya han tenido en nuestra liga, desde Virgil
y Alou hasta Julio Franco, el último de esa pequeña expedición antillana a la que
ahora se suma Fermín.

Publicado en el-nacional.com, el viernes 4 de abril de 2014. No pudo aparecer en la edición impresa debido a la crisis de papel que afecta a los periódicos en Venezuela.
Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor, y escribo sobre beisbol desde 1985. Durante 33 años fui pasante, reportero y columnista en El Nacional, ESPN y MLB.com, y ahora dirijo ElEmergente.com. También soy comentarista en el circuito radial de Cardenales de Lara y Televen. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

1 COMENTARIO

  1. Gran análisis Nacho, que levanta los ánimos y esperanzas que tenemos los cardenaleros para nuestro equipo en la próxima temporada 2014-2015. Eso sí, también se hace necesaria la adquisición de algunos pitchers de calidad y de un buen catcher. Creo que con unos 3 cambios se pudieran conseguir.

    Saludos.

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