Analizando el cambio de Luis Jiménez (y II)

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El
Emergente
Incluso la adquisición de un pelotero como el toletero zurdo con más jonrones en la historia de la LVBP es un riesgo
Algo está
pasando en Margarita.
Puede que
las recientes eliminaciones o el ser un equipo en crecimiento, todavía con la
afición más pequeña de la LVBP, haya disimulado el intenso trasiego que ha ocurrido
en la isla durante los últimos 14 meses.
Ese
movimiento se refleja en una sorprendente estadística: desde que los Bravos
estrenaron su actual alto mando, han pactado siete cambios de peloteros con
distintos equipos, a razón de uno cada dos meses.
La llegada
de Luis Jiménez y el recluta Mario Martínez, el fin de semana, es el más
reciente pacto realizado por el tren ejecutivo que encabezan Yves Hernández e
Iván Arteaga.

No todos
los cambalaches salen como se piensan. Una de esas transacciones, por ejemplo,
sirvió para conseguir a Fernando Nieve, el lanzador que no quiso seguir en
Nueva Esparta y a quien hubo que embarcar luego con rumbo a Caracas, en el
acuerdo que puso en Guatamare a Carlos Rivero.

Otros
convenios han servido como parada transitoria a una nueva adquisición. Rivero
ahora pertenece a los Cardenales, a donde fue enviado junto con César
Hernández, a fin de conseguir los derechos de contrato de Jiménez y Martínez.
“Todo
cambio implica un riesgo” advirtió Yves Hernández, luego se sellar este último
con Lara. Y hasta uno que involucre al mayor jonronero zurdo en los anales de
nuestro beisbol implica un peligro para quien pone la firma en los papeles.
El mayor
riesgo para los neoespartanos es que Jiménez, como Nieve, no se reporte o
juegue muy poco.
Hay razones
para temer eso. El slugger de Bobare ahora milita en Corea del Sur, cuyo
calendario competitivo puede alargarse hasta noviembre, y la distancia
geográfica hará, de seguro, que quiera estar con su parentela un tiempo, antes
de retomar su accionar en la LVBP.
Richard
Gómez, gerente deportivo de los Cardenales, agregó otro motivo: las recurrentes
molestias en las rodillas, que posiblemente le obliguen a descansar después de
un agotador campeonato en el Lejano Oriente.
¿Y si
scouts de Japón se fijan en él, ahora que está tan cerca del archipiélago?
Para
Margarita, la presencia de Jiménez es fundamental. Sí, quizás Martínez se
crezca hasta tomar la estatura de figura, como se creía en sus tiempos de
prospecto, pero ese es casi un azar. Por ahora, y hasta nuevo aviso, el rédito
de esta transacción se medirá según lo que aporte el nuevo jonronero insular.
Si el
toletero zurdo se reporta muy tarde, quizás no sea de ayuda. Si una lesión le
impide jugar o merma su rendimiento, habrá presión sobre el alto mando.
Jiménez fue
adquirido con el único objetivo de jugar en enero. El rebote de Maxi Ramírez al
reportarse a la doble A de los Reales y la posibilidad de que el Stadium Nueva Esparta,
por sus gradas de estreno, sea un parque más ofensivo, se suma al panorama de
auspicios y buenos deseos. Pero nada valdrá la pena si este pacto no cambia el
rumbo de la franquicia en el corto plazo.
Ese es el
riesgo. Ni más ni menos. Lo otro es anécdota.
Había que
entregar mucho para conseguir a alguien así, especialmente ahora que sabemos
que los Leones y los Caribes también trataron de obtenerlo. Los Bravos hicieron
la mejor oferta, para alegría de los Cardenales.
Rivero muy probablemente
va a ser un astro en su Barquisimeto natal. Tiene el perfil de un José Castillo
y esos otros peloteros que, al no poder consolidarse en las grandes ligas,
hallan en esta liga el escenario donde desplegar sus aptitudes, al dejar atrás
el estatus de prospecto.
Hernández
es un legítimo grandeliga, aunque está por verse si logra una carrera larga arriba,
como utility.
Entre los
dos nuevos pajarracos, el cuerpo técnico crepuscular sumará versatilidad, capacidad
para jugar con el lineup y dos maderos productivos, que acumularán hits, dobletes
y, por qué no, anotadas e impulsadas.
A la espera
de ver qué ocurre con Martínez, el “dos por uno” reduce el riesgo para los larenses.
Basta con que uno solo de los recién adquiridos brille como su potencial
sugiere, para que todo haya valido la pena para los occidentales.
Puede
también que los Bravos, finalmente, hayan llegado a algún lado con esto.
Después de 14 meses, han entregado a Frank Díaz, René Reyes, Javier Brito,
Edgar Martínez, Ronald Belisario, Hernández y Rivero, para adquirir a Rivero,
Anthony Ortega, Manuel Olivares, Jesús Yépez, Wilfredo Tovar, Omar Poveda,
Martínez y Jiménez.
¿Están
listos para el combate? Más les vale. Aunque no renuncian a seguir realizando
cambios, el valor de este último pacto se resume en pocas palabras: tienen que jugar
en enero o no habrá valido la pena.


IS
Publicado en
El-Nacional.com, el jueves 29 de mayo de 2014.
No pudo aparecer en la
edición impresa, debido a la crisis de papel que afecta a los periódicos en
Venezuela.
Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor, y escribo sobre beisbol desde 1985. Durante 33 años fui pasante, reportero y columnista en El Nacional, ESPN y MLB.com, y ahora dirijo ElEmergente.com. También soy comentarista en el circuito radial de Cardenales de Lara y Televen. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

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