Dioner Navarro llegó a los Azulejos con la misión de estabilizar el pitcheo de los canadienses y de producir con el bate. Ambas cosas las ha hecho bien. Por lo menos así se desprende de sus números. El criollo, quien el sábado sonó el jonrón 10 de la temporada y remolcó dos para llegar a a 55, su nuevo tope personal.
Ahora le separan tres cuadrangulares de los 13 que conectó el año pasado, cuando era ficha de los Cachorros de Chicago.
En lo que respecta pitcheo, el caraqueño tiene un 26 por ciento de efectividad reventando gente que le sale al robo de base. Mientras que los lanzadores con él detrás del plato acumulan una efectividad colectiva de 4.05.
«Dioner ha sido una de las piezas fundamentales del equipo en esta temporada», dijo el mánager Joe Gibbons al Toronto Star. «Ha respondido con el bate mucho más de lo que esperábamos y con el mascoteo ha estado muy bien».
Alfredo Villasmil Franceschi