Dave Hudgens regresa a su Caracas

El manager de los
Leones prepara las maletas para viajar a Venezuela. Disfruta estar en la capital, su comida
y su montaña, pero más todavía disfruta ganar. Lo intentará desde el miércoles,
cuando inicie su pretemporada

Puede que lo primero
que haga Dave Hudgens en Caracas, luego de dejar sus cosas en el hotel, sea
bajar al gimnasio. Es una de las rutinas de su vida, dedicar una parte del día
a su condición física.

Pero una cosa es
segura: en algún momento posará sus ojos sobre el verde inagotable del Ávila y
sentirá el impulso del trepar por sus trochas. En esas cosas, el estadounidense
ya es un caraqueño más.

Hudgens pisará
Maiquetía el martes. Al día siguiente, estará en Guacara, dirigiendo el inicio
de los entrenamientos de los Leones, su equipo en la Liga Venezolana de Beisbol
Profesional.

Tiene una tarea
ambiciosa, la misma de sus siete colegas: conquistar el título. Por ello,
postergará algunos placeres, mientras prepara su plantel para el 9 de octubre, el
día inaugural de la zafra.

“Cada año es una
nueva experiencia, con nuevos desafíos”, soltó el ex grandeliga, desde su casa
en Estados Unidos. “Y es una experiencia que no se encuentra en cualquier
parte”.

Esta será la cuarta
campaña del ya veterano estratega al frente de los felinos. Nunca ha sido
eliminado. En su primer torneo, consiguió la corona en una final en la que
derrotó al Magallanes, su antigua divisa y su eterno rival. En los siguientes
dos, cayó en semifinales.

Un gentil competidor. Hudgens es un entrevistado gentil, un
indudable hombre del beisbol, que disfruta hablar del deporte en el que ha
hecho su vida.

También es un
desarrollador de talentos, si cabe la denominación; ha dedicado buena parte de
su carrera a ello. Y en ese sentido, está contento de llegar a Guacara el
primer día.

“Tengo la esperanza
de tener más tiempo para conocer mejor a los jugadores más jóvenes en el inicio
de las prácticas, tanto como quiero reconectarme con algunos de los veteranos”,
explicó. “Mi mayor gusto es esa relación que trabo con los peloteros, y verlos
competir día a día”.

Hudgens en 1984, el tiempo en que por primera vez vino a la LVBP

Antiguo líder
jonronero en este beisbol, inicialista en sus tiempos activos, aún no se
aventura aguas adentro en el castellano, aunque conoce muchas palabras.

“Mi favorita es
campeonato”, soltó en español, con un giro divertido.

Para conquistarlo,
deberá corregir el camino de la campaña anterior, en la que el desplome del
pitcheo le dejó a sólo un juego de la final.

“No sabremos quiénes
van a jugar hasta tanto no se vayan reportando”, advirtió. “Así que no sabemos
cuándo exactamente estaremos a tope. Pero sí, el pitcheo tiene que ser fuerte,
si vamos a conseguir nuestra meta. La temporada pasada hicimos un buen trabajo
a la ofensiva y defendimos bien. Necesitaremos más de nuestros lanzadores
abridores esta vez”.

El bullpen
implosionó en la recta final, por el exceso al que se vio forzado, debido a las
fallas de la rotación. Por eso, habrá primacía de importados entre los
iniciadores.

De resto, espera por
el aporte de Bob Abreu, Alex González, Jesús Guzmán, Gregorio Petit, Jesús
Aguilar y Daniel Mayora, a quienes cita como los émbolos que deben impulsar,
con su ejemplo y producción, a los jóvenes del club.

“Aunque no tenemos
fecha todavía para ninguno de ellos”, admitió.

Hudgens espera
lograr su segundo cetro en cuatro intentos. Aprovechó las últimas semanas para
operarse ambas rodillas y está listo para comenzar su labor. Aunque de vez en
cuando, como el caraqueño que ya va siendo, mirará el Ávila con placer,
olvidándose por un momento del beisbol.

“Disfruto mucho
subir al Ávila”, apuntó. “Si las rodillas me lo permiten”.

El dato

Dave Hudgens trabajó como coach de bateo de los Mets hasta mediados de esta temporada. Tuvo el mismo cargo con los Atléticos, la década pasada, y durante varios años trabajó en las menores de los Indios, como instructor itinerante

Dave Hudgens
despacha con rapidez la pregunta sobre los malos momentos a los que se vio
sometido en el estadio Universitario, meses atrás, cuando incluso fue víctima
de las agresiones de una parte de la fanaticada caraquista.

“Tengo muchos más
recuerdos agradables que desagradables”, aseguró.

En Venezuela disfruta
dirigir, ha conocido algunas playas y sabe de “muy buenos restaurantes”, a los
que ya planea visitar.

“La comida allá es estupenda”, exclamó.

No olvida el que
sigue siendo su momento predilecto en la LVBP: “Estar abajo 0-2 en la final y venir de
atrás, para ganar el campeonato”.

Fue contra Magallanes. Y eso, para que quede
aún más claro, lo dijo en español.

Publicado en El Nacional.