Una de las cosas que más le ha gustado a
Josh Whitesell es el ambiente de la cuidad. «Es agradable», lanza a
quemarropa. «El ambiente es agradable y esa montaña, esa vista, es
espectacular. Uno se siente en otro sitio».
Josh Whitesell es el ambiente de la cuidad. «Es agradable», lanza a
quemarropa. «El ambiente es agradable y esa montaña, esa vista, es
espectacular. Uno se siente en otro sitio».
Para este californiano, quien entre el 2008
y 2009 jugó con los Diamantes de Arizona, y que ahora milita con los Olmecas de
Tabasco en la Liga Mexicana. «Aún no estoy al ciento por ciento»,
cuenta. «Tenía algo de tiempo sin jugar, estaba en casa practicando, pero
en un juego más creo que estaré listo del todo».
y 2009 jugó con los Diamantes de Arizona, y que ahora milita con los Olmecas de
Tabasco en la Liga Mexicana. «Aún no estoy al ciento por ciento»,
cuenta. «Tenía algo de tiempo sin jugar, estaba en casa practicando, pero
en un juego más creo que estaré listo del todo».
El slugger está llamado a ser el hombre
grande en la producción de los capitalinos. «Él tiene fuerza y creo que
nos ayudará bastante», dice el mánager Dave Hudgens. «El primer día
yo estaba muy ansioso. Creo que me traicionaron los nervios», contó el
bateador.
Pero la conversación es corta, informal. No
hay libreta ni grabador. Fluye en el medio de la práctica de bateo. Es más un
saludo que otra cosa. «Mi apellido se escribe White-Sell con e, como el
color», indica en clara referencia a la grafía de blanco en inglés.
«Yo creo que la voy a pasar muy bien en Caracas. Me gusta lo que he visto
hasta ahora».
hay libreta ni grabador. Fluye en el medio de la práctica de bateo. Es más un
saludo que otra cosa. «Mi apellido se escribe White-Sell con e, como el
color», indica en clara referencia a la grafía de blanco en inglés.
«Yo creo que la voy a pasar muy bien en Caracas. Me gusta lo que he visto
hasta ahora».
Por lo menos, ahorita, se la anda gozando.
Alfredo Villasmil Franceschi