Franklin Gutiérrez, que perdió la temporada pasada debido a una condición que afecta sus ligamentos y tendones, especialmente en la columna y las piernas, aseguró en el campo de entrenamiento de los Marineros que está feliz en su regreso, mientras disfruta cada día y trata de superar la pesadilla que le ha tocado combatir.
«No tengo expectativas», confesó el Guti al Seattle Times. «Ahora sólo estoy tratando de disfrutar el día a día. Estoy feliz de estar aquí, entre amigos, haciendo lo que amo, lo que he hecho toda mi vida».
Los problemas físicos han mermado las capacidades del caraqueño, que llegó a ser Guante de Oro, mientras imponía un récord de chances consecutivos sin error para un jugador de cualquier posición en las Grandes Ligas.
No han sido simplemente lesiones. Primero se trató de un severo problema digestivo, que le llevó meses a los doctores para diagnosticar correctamente. Luego fue la aparición de la espondinitis anquilosante. El patrullero sufre de una condición artrítica, a pesar de estar en sus 30.
«Mi cuerpo no se siente igual que cuando tenía 21 o 22 años de edad, eso está claro», comentó. «Pero tengo que aprender a lidiar con eso».
Gutiérrez llegó al spring training con un contrato de ligas menores y una invitación, luego de perderse todo 2014 y parte de las campañas anteriores.
«Fue muy duro», confesó. «Tuve muchísimo tiempo para pensar».
Los Marineros todavía confían en que le quede trayecto por recorrer en las mayores, aunque son realistas.
«Oigan, no tenemos expectativas con el Guti, pero esperamos que esté saludable, que pueda hacer el equipo y sentirse bien al jugar», indicó el manager Lloyd McClendon.
Ignacio Serrano
