Ronald Torreyes: este año sí

Ronald Torreyes tiene el mejor ejemplo a unos pocos pasos de distancia, en el clubhouse de los Astros, en Kissimee.

«Debido a mi tamaño y mi físico, nadie quería darme una
oportunidad de firmar, hasta que lo conseguí con los Rojos», recordó el infielder hace unos días, en una entrevista con el Houston Chronicle. «Fui a una gran cantidad de academias.
Fui a los Cardenales, a los Mets, a los Piratas, a los Yanquis, a los Padres y más. Sólo decían: ‘Te llamaremos. Estaremos en contacto’. Pero nunca me dieron noticias«.

Sólo los Rojos se interesaron. Firmó por 40.000 dólares en 2009. 

«No he crecido desde entonces», advirtió el barinés.

Torreyes no sólo es bajito. También es delgado. Muy flaco. Algunos reportes dicen que incluso parece ocupar menos espacio que José Altuve, el ejemplo que camina por la cueva de los texanos, recordándole que todo es posible, con esfuerzo y talento.

Torreyes pasó de Cincinnati a los Cachorros y llegó a Houston en un cambio, en 2013. Como su compatriota, es un buen bateador. Tiene .306 de average en su carrera en las menores. 

El manager A.J. Hinch cree que es posible su graduación como bigleaguer.

«Su tamaño no es común en este nivel, pero la forma en
que ha llegado y cómo ha hecho las cosas que ha realizado, le han ganado todas las
posibilidades para conseguir una mirada», señaló el estratega.

Torreyes tiene una ventaja a su favor: puede jugar segunda, short, tercera, left y right.

Hace un año castigó el pitcheo de la Liga Internacional triple A. Parecía que era su año. Ahora que está en roster de 40, parece inevitable.

Altuve le espera.

Ignacio Serrano