Ozzie Guillén ha disfrutado su regreso a la LVBP

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Por Ignacio Serrano / LasMayores.com
CARACAS — Ozzie Guillén cambió su rutina familiar. Todos
los años, por estas fechas, hacía maletas y viajaba con su esposa Ibis a
Colombia, para disfrutar de una de sus mayores pasiones: la tauromaquia.
En suelo neogranadino se siente a sus anchas. Puede caminar
las calles de Cali o Manizales sin ser reconocido. Siete peloteros colombianos
jugaron esta temporada en el beisbol invernal de Venezuela, pero son la
excepción en su país. Allá el fútbol manda. Y el ciclismo. Y cuando el
calendario deja caer su última página, también los toros.
El ex manager de los Medias Blancas de Chicago y los Marlins
de Miami se confiesa fanático del ruedo. Busca videos en YouTube. A menudo
tuitea algo relacionado con ese antiguo y polémico arte.


Esta vez Guillén no vio los toros desde la barrera. Rompió
su costumbre para quedarse en Caracas con Ibis y su hijo menor Ozney, que sigue
sus pasos como pelotero profesional. Se perdió la Feria de Manizales y cuenta que
lo hizo a regañadientes. Hay pocas cosas que compiten en sus gustos con los
pases de los matadores. Uno de esos amores es el beisbol.
El piloto campeón de la Serie Mundial de 2005 ha disfrutado
su regreso al rol en el que más fama ganó. No dirigía desde 2012, su única
campaña en Florida, aquel torneo en el que todo salió mal. Y está contento con
el reencuentro.
“Estoy aquí porque me gusta”, asegura. “Hay gente que cree
que acepté dirigir a los Tiburones de La Guaira para conseguir un equipo en las
Grandes Ligas, como si un scout fuera a seguirme los pasos y proponer mi
contratación. Estoy aquí, porque hacer esto me encanta”.
Guillén ganó un Guante de Oro en las Mayores, fue figura de
los Medias Blancas en los años 80 y 90, y tuvo una cortísima trayectoria como
coach, antes de convencer a Jerry Reinsdorf, el dueño de los patiblancos, de
que él era la opción ideal para conducir a esa franquicia hasta su primera
corona en casi un siglo.
Tuvo razón. Menos de dos años después, recorría las calles
de Chicago en una parada que todavía recuerda, después de barrer a los Astros
de Houston en el Clásico de Octubre. Hoy le parece que aquello era un juego de
niños, ante el reto de dirigir en el Caribe.
“Aquí es más complicado”, dice sin dudar. “Aquí tienes un
equipo nuevo todas las semanas, un cuarto bate que no conoces, peloteros
diferentes. Eso es lo difícil en este beisbol. No importan los importados que
traigas, los venezolanos son los que te van a meter en la pelea. Pero antes te
jugaban los cuatro meses, ahora tienen que irse. No los critico, pero es así”.
Las limitaciones impuestas por los clubes de MLB han hecho
que Guillén haya aprendido a adaptarse, incluso resignarse.
Su as William Cuevas se marchó en plena recta final, cuando dominaba
la Triple Corona del pitcheo, porque firmó contrato con los Tigres de Detroit. Su
campocorto Miguel Rojas tomó vacaciones para estar con su familia y ya no
regresó. Su jardinero derecho José Martínez se fue al llegar la postemporada, a
petición de los Cardenales de San Luis. Prospectos como el patrullero Omar
Carrizales y el zurdo José Alvarado debieron terminar de jugar a mediados de
justa.
“Así son las cosas aquí”, se encoge de hombros. “Es difícil,
porque el equipo me duele. Si viniera por el dinero, sería perfecto. Me he
gozado los viajes, los hoteles y las ciudades, estoy ciento por ciento
satisfecho. Sabía, al venir, que iba a ser difícil, porque no conocía a los
peloteros. Pero es que todavía no los conozco, todas las semanas me traen a
alguien nuevo”.
Guillén tenía una vieja deuda con la Liga Venezolana de
Beisbol Profesional. Como campocorto activo, formó parte de “La Guerrilla de La
Guaira”, aquella generación combativa que enalteció a los Tiburones hace tres
décadas, un grupo que incluía a los grandeligas Luis Salazar, Gustavo Polidor,
Alfredo Pedrique y estrellas como Norman Carrasco y Raúl Pérez Tovar.
Los dueños de los escualos pasaron años tratando de
convencerle para que se apropiara de la oficina que alguna vez fue de Preston
Gómez y de Ozzie Virgil. Él, en cambio, prefirió aceptar un contrato como
analista en ESPN.
Los Pericos de Puebla y los Acereros de Monclova también le
cortejaron. Él sólo aceptó ayudar como asesor. “No puedo ser manager en el
verano, mientras tenga que hablar tonterías por el micrófono”, ríe. También le hicieron
ofertas en la República Dominicana, cuenta, pero su regreso tenía que ser con
la novena de sus amores.
“Puedo escribir un libro sobre esta experiencia. Y uno muy
bueno”, afirma. “Al principio, me preocupaba por la situación que vive el país.
Pero me ha ido bien. Eso sí, ha sido mucho estrés. Soy un tipo apasionado y me
estreso mucho, porque quiero ganar”.
No se queja. Asevera que los peloteros “han jugado duro”,
como les ha pedido, incluyendo a su hijo Ozney. Pero también asegura, para
sorpresa de todos: “¿De verdad no me creen? Quisiera estar en Manizales”.
No es cierto. Le gusta ser piloto, enfrentarse todos los
días a la prensa, dirigir la práctica, sufrir y gozar en cada encuentro, encabezar
un dugout.
“Adoro a los muchachos”, admite.
También reconoce que le gustaría repetir la experiencia en
las Grandes Ligas, aunque subraya que no lo está buscando.
“No digo que yo sea mejor que los managers actuales, pero no
llego enojado al estadio, aquí, porque no dirijo allá”, sostiene. “Si pasa,
bien. Pero ese trago ya lo bebí y fue sabroso. De todos modos, aún soy joven.
Tengo 52 años de edad. No pierdo el sueño por eso. Lo pierdo porque no fui a
Cali ni a Manizales. Y por los Tiburones”.
Con los escualos clasificó a la postemporada, eliminó a los
campeones defensores, los Tigres de Aragua, y se metió en la semifinal contra
los Cardenales de Lara. Todavía puede cortar otra sequía, una que es tan
célebre en Venezuela como aquella de los Medias Blancas: los 31 años sin
títulos que tiene La Guaira.
Guillén sonríe nuevamente. Jura que nadie quiere ganar esa
corona más que él. Y ya tiene una conclusión sobre su primera experiencia como
estratega en su país natal: “Ser manager acá es más difícil que allá. Quiero
regresar”.
Publicado en LasMayores.com, el viernes 13 de enero de 2017. Aquí el original.
Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor. Escribo sobre beisbol desde 1985. Dirijo ElEmergente.com. Soy comentarista en el circuito radial del Cardenales de Lara y en Televen, tanto en las transmisiones de la LVBP como en la MLB. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

5 COMENTARIOS

  1. Claro que es mas difícil, Beily, Predique, Carlos García, E Pérez, Omar Malave, Subero, Dorante, H Blanco , Sojo, y hasta L Nava también podrían ser mánager en las Grandes Ligas

    • No creo que todos esos lleguen a ser manager de MLB tan siquiera por un día. Ni Sojo, ni Malave, ni Carlos Garcia, ni menos Baile por la edad.

  2. Guillén el primer bate de la Guaira tiene velocidad tremendo brazo pero el no ha bateado nada veo los juegos y nada de meter hit noche rotalo a otro lugar en el linout tu mandas pero de se cuenta

  3. En mi opinión Oswaldo Guillen ha realizado un gran trabajo con Tiburones de La Guaira. Este equipo nunca tuvo un primer bate natural que embasara con frecuencia, cosa que en temporadas anteriores La Guaira si tuvo como fueron Gregor Blanco y Luis Sardiñas por nombrar dos, tampoco contó nunca con un quinto abridor en la eliminatoria lo que le llevó a tener que improvisar ese abridor en algunos partidos.No contó con un jonroneros como Alex cabrera o Bryan Burgamy, ya que este último se lesionó cuando más se necesitaba, no tiene gran profundidad en la banca, pocos grande ligas se reportaron, por diversas razones y otros los mandarano parar y ya sabemos las carencias actuales de pitcheo, aún así La Guaira sigue peleando bajo la guía de Oswaldo Guillen que ha sabido motivar a este grupo para ir avanzando y por que lograr ese sueño que tenemos desde hace muchos años.

  4. ClRo que Guillén ha hecho tremendo trabajo los he dicho que Alonso haréis tiene todo las herramientas pero no esta bateando hay que ayudarlo le falta barro extra en la jaula mas nada y si la Guaira le ha echo falta un primer. bate natural sies zurdo mejor porque gana un paso a primera t digo algo gregor blanco no fue un primer bate natural por que no leía bien años picher y por eso no se ha establecido bueno con un puesto sin embargo es un pelotero aun joven puede mejorar peloteros rápidos la Guaira fuero tomar moreno al bonbry amex sanchez ángel bravo Guillén aparicio casi todos batean ala zurda menos Aparicio antoni gose oiala se forme un primer bate zurdo

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