Ignacio Serrano
Creció como un prospecto con gran potencial
ofensivo. Y vaya que sí dio muestras de su capacidad para hacer daño, tanto en
Celestino López, como en
donde prefirieron llamarle José López, apelando rigurosamente al primero de sus
dos nombres de pila.
sólo en de la expedición nacional. Prometió muchísimo en sus tiempos con los
Marineros, a mediados de la década pasada, cuando se adueñó de la titularidad
en Seattle. Todavía aparece en el buscador de Baseball Reference, cuando vamos en pos de algunos hallazgos.
criollos que han dado más vuelacercas en una temporada? Rougned Odor, con 33,
Edgardo Alfonzo, con 27, y luego él, con 25.
que han sacado más pelotas del parque con la franquicia occidental, siendo segunda
base? Robinson Canó, con 39, Bret Boone, con 37 y 35, y luego él, con aquella
cosecha de 25.
pelotas, con una línea de .272/.303/.463,
más 42 tubeyes. Pero no todo estaba bien. Tal vez porque era muy
agresivo con el swing y caminaba muy poco. Nunca pudo montar sobre .800 su OPS,
su OBP jamás pasó de .322 y el slugging comenzó de inmediato a mermar, drásticamente.
cambiado a los Rockies, en 2010, pareció perder un paso. Sus siguientes
organizaciones terminaron probándolo en tercera y, finalmente, la inicial.
2012, por decisión de los Medias Blancas, decidió probar en el beisbol japonés y
comenzó una aventura cuyo resultado siempre es incierto. Edwin Hurtado,
Giovanni Carrara y Juan Carlos Pulido, tres de los mejores lanzadores nativos
de todos los tiempos en la pelota invernal, todos grandeligas, probaron alguna
vez en
no pudieron triunfar.
andadura en el archipiélago, en 2013, no parecían el augurio de lo que vendría
después. Ya para entonces, los tablazos de Roberto Petagine, Alex Cabrera y
Alexander Ramírez nos habían malacostumbrado a esperar cosechas clamorosas de
los aporreadores del patio en el Lejano Oriente. Pero aquellos tres habían
crecido como jonroneros legítimos. ¿No era injusto esperar lo mismo de alguien
que creció como camarero?
López estuvo a la sombra de sus compatriotas, incluyendo más recientemente Ernesto
Mejía. Pero en cada torneo fue incrementando su cosecha, pasando en 2014 de
2016. Y lo mismo sucedió con sus impulsadas, hasta cerrar el año pasado en 95.
el baluarte ofensivo de su compatriota Ramírez, que colgó los spikes y está en
su segunda campaña como manager de las Estrellas de
este miércoles como líder remolcador, tercero en vuelacercas, segundo en
anotadas y séptimo en average en
a los 30 bambinazos y por primera vez sobre las 100 producidas.
Luego de prometer tanto en la gran carpa, de quedarse con nada y volver a
empezar, vive su mejor momento. La estrella más rutilante de Venezuela en
Japón.