El ex antesalista del Caracas y el Pastora fue figura de la Selección
Nacional que ganó la Serie Mundial en 1941, en La Habana, desatando en
Venezuela la pasión por el beisbol que dura hasta hoy
Nacional que ganó la Serie Mundial en 1941, en La Habana, desatando en
Venezuela la pasión por el beisbol que dura hasta hoy
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
El gran Luis Romero Petit, leyenda
viviente del beisbol y del deporte venezolanos, murió este jueves en Caracas, a
los 100 años de edad, después de una vida larga y fructífera que será recordada
por siempre.
viviente del beisbol y del deporte venezolanos, murió este jueves en Caracas, a
los 100 años de edad, después de una vida larga y fructífera que será recordada
por siempre.
El zuliano, nacido el 11 de abril
de 1917, acababa de celebrar su centenario y se recuperaba de una intervención
quirúrgica.
de 1917, acababa de celebrar su centenario y se recuperaba de una intervención
quirúrgica.
La Liga Venezolana de Beisbol Profesional, de la que fue uno de sus
peloteros fundadores, confirmó la noticia a través de una nota de duelo.
“La Junta Directiva de la LVBP, su
personal operativo y administrativo, expresan sus más sinceras palabras de
condolencia, extensivas a cada uno de sus familiares, allegados, amigos,
compañeros y conocidos. Paz a su alma”, señaló el comunicado liguero.
personal operativo y administrativo, expresan sus más sinceras palabras de
condolencia, extensivas a cada uno de sus familiares, allegados, amigos,
compañeros y conocidos. Paz a su alma”, señaló el comunicado liguero.
Romero Petit era uno de los dos
sobrevivientes del memorable equipo que dominó la Serie Mundial de 1941, en el
estadio La Tropical de La Habana.
Salido de la pelota amateur en su estado
natal, figura joven del Pastora, fue reclutado para la Selección Nacional que
participó en el torneo universal de 1940, en el que la Vinotinto terminó en las
plazas intermedias.
sobrevivientes del memorable equipo que dominó la Serie Mundial de 1941, en el
estadio La Tropical de La Habana.
Salido de la pelota amateur en su estado
natal, figura joven del Pastora, fue reclutado para la Selección Nacional que
participó en el torneo universal de 1940, en el que la Vinotinto terminó en las
plazas intermedias.
Al año siguiente, fue tercera base
y pieza fundamental en la conquista que convirtió en pasatiempo nacional al
deporte de los diamantes.
Romero Petit saltó al profesional
en 1946, con el nacimiento de la LVBP, siendo ya estrella del Cervecería Caracas
en la Primera División, el “equipo de las caras bonitas”.
en 1946, con el nacimiento de la LVBP, siendo ya estrella del Cervecería Caracas
en la Primera División, el “equipo de las caras bonitas”.
Pequeñito, buen hablador y siempre
sonreído, nunca fue un toletero excelso, como se podría esperar de los
defensores de la esquina caliente. Pero su guante fue muy elogiado y también su
capacidad para soltar líneas importantes.
sonreído, nunca fue un toletero excelso, como se podría esperar de los
defensores de la esquina caliente. Pero su guante fue muy elogiado y también su
capacidad para soltar líneas importantes.
Ligó para .237, sin jonrones, en las
12 campañas que disputó en el circuito rentado local, entre 1946 y 1957, con
los capitalinos y con el Vargas, Pastora y Pampero.
12 campañas que disputó en el circuito rentado local, entre 1946 y 1957, con
los capitalinos y con el Vargas, Pastora y Pampero.
Le sobrevive el “Conejo” Enrique
Fonseca, receptor de aquel brillante grupo recordado como los Héroes del 41.
Fonseca tiene 98 años de nacido.
Fonseca, receptor de aquel brillante grupo recordado como los Héroes del 41.
Fonseca tiene 98 años de nacido.
La cara iluminada de Romero Petit,
su amabilidad al hablar, su venezolanidad irreductible y su bondad quedarán por
siempre entre nosotros, así como su aporte decisivo para hacer del beisbol lo
que hoy es en nuestro país.
su amabilidad al hablar, su venezolanidad irreductible y su bondad quedarán por
siempre entre nosotros, así como su aporte decisivo para hacer del beisbol lo
que hoy es en nuestro país.
Descansa en paz, Romerito. Tus
émulos siguen brillando, ahora en las Grandes Ligas.
émulos siguen brillando, ahora en las Grandes Ligas.
Ignacio Serrano