El Emergente
Ignacio Serrano
Baudilio Díaz era un ídolo. Más allá de su figura emblemática
en el dugout del Caracas o de los 20 jonrones que sacudió en una temporada de
la LVBP, su huella en las Grandes Ligas nos recuerda a un venezolano único, que
rompió los moldes.
en el dugout del Caracas o de los 20 jonrones que sacudió en una temporada de
la LVBP, su huella en las Grandes Ligas nos recuerda a un venezolano único, que
rompió los moldes.
Este columnista era un adolescente aquella mañana de 1981, el
día en que el diario Meridiano trajo
un desplegable con la fotografía de David Concepción, Manny Trillo, Antonio
Armas y Baudilio. Los cuatro habían asistido al Juego de Estrellas y todos los
medios locales festejaban que por primera vez coincidían tantos criollos en un Clásico
de Julio.
día en que el diario Meridiano trajo
un desplegable con la fotografía de David Concepción, Manny Trillo, Antonio
Armas y Baudilio. Los cuatro habían asistido al Juego de Estrellas y todos los
medios locales festejaban que por primera vez coincidían tantos criollos en un Clásico
de Julio.
El receptor mirandino estaba allí por su despliegue
ofensivo. Aquel año bateó para .313/.359/.533 con los Indios de Cleveland, su
primer torneo como titular. Sus compatriotas seguimos aquel desempeño con la
boca abierta. Únicamente Luis Aparicio, César Tovar, Víctor Davalillo y Concepción
habían conseguido una cosecha sobre .300, en una época en la que el average era
el primerísimo registro que buscábamos, al revisar los numeritos.
ofensivo. Aquel año bateó para .313/.359/.533 con los Indios de Cleveland, su
primer torneo como titular. Sus compatriotas seguimos aquel desempeño con la
boca abierta. Únicamente Luis Aparicio, César Tovar, Víctor Davalillo y Concepción
habían conseguido una cosecha sobre .300, en una época en la que el average era
el primerísimo registro que buscábamos, al revisar los numeritos.
Baudilio estaba por vivir sus mejor tiempos. En 1982, ya con
los Filis de Filadelfia, sacudió 18 jonrones y fue el catcher de los cuáqueros en
la Serie Mundial.
los Filis de Filadelfia, sacudió 18 jonrones y fue el catcher de los cuáqueros en
la Serie Mundial.
Los aficionados de hoy no se sorprenderán con esos
registros. Después de todo, han vivido como testigos de los tablazos de Ramón
Hernández y especialmente Víctor Martínez y Salvador Pérez. Pero aquellos 18
vuelacercas eran una cantidad asombrosa. Primero, porque únicamente Armas había
sonado tantos cuadrangulares en una zafra. Y luego, claro, por la posición que
defendía el nativo de Cúa, primer careta del patio en las Mayores.
registros. Después de todo, han vivido como testigos de los tablazos de Ramón
Hernández y especialmente Víctor Martínez y Salvador Pérez. Pero aquellos 18
vuelacercas eran una cantidad asombrosa. Primero, porque únicamente Armas había
sonado tantos cuadrangulares en una zafra. Y luego, claro, por la posición que
defendía el nativo de Cúa, primer careta del patio en las Mayores.
Aquel fue el tope personal de Baudilio, que quebraría
Martínez y Hernández elevaría a 23 en 2006, cuando sentó una marca para sus
compatriotas y para mascotas de los Orioles de Baltimore.
Martínez y Hernández elevaría a 23 en 2006, cuando sentó una marca para sus
compatriotas y para mascotas de los Orioles de Baltimore.
El sucrense superó dos veces la veintena. Es una lástima que
las lesiones carcomieran su salud, afectando sus rodillas y espalda. Porque,
además de buen bateador, el oriundo de Cumaná era sólido con la mascota. Al
final, no pudo seguir. Debió colgar los spikes.
las lesiones carcomieran su salud, afectando sus rodillas y espalda. Porque,
además de buen bateador, el oriundo de Cumaná era sólido con la mascota. Al
final, no pudo seguir. Debió colgar los spikes.
V-Mart llevó un paso más allá lo hecho por Hernández.
Antesalista devenido receptor, consiguió cinco cosechas de 20 o más bambinazos,
aunque no quebró el tope para sus colegas debido a que, para aprovechar su
ofensiva, la tribu y los Medias Rojas de Boston le emplearon también como
designado y primera base.
Antesalista devenido receptor, consiguió cinco cosechas de 20 o más bambinazos,
aunque no quebró el tope para sus colegas debido a que, para aprovechar su
ofensiva, la tribu y los Medias Rojas de Boston le emplearon también como
designado y primera base.
El jonrón que botó Pérez el lunes, contra Drew VerHagen, le
permitió conseguir algo que ni siquiera el guayanés había logrado: tres justas
en fila sobre 20 tablazos de vuelta completa. De inmediato recordamos a
Baudilio y aquel desplegable de 1981.
permitió conseguir algo que ni siquiera el guayanés había logrado: tres justas
en fila sobre 20 tablazos de vuelta completa. De inmediato recordamos a
Baudilio y aquel desplegable de 1981.
El carabobeño viene amenazando con convertirse en el catcher
venezolano más poderoso de todos los tiempos. Desde que llegó a la gran carpa
ha ido incrementando su total de cuadrangulares, pasando de 3 en 2011 a 11 en
2012, 13 en 2013, 17 en 2014, 21 en 2015 y 22 en 2016.
venezolano más poderoso de todos los tiempos. Desde que llegó a la gran carpa
ha ido incrementando su total de cuadrangulares, pasando de 3 en 2011 a 11 en
2012, 13 en 2013, 17 en 2014, 21 en 2015 y 22 en 2016.
Este año ya tiene 20 y contando. Le restan dos meses y poco
más para triturar el registro de Hernández y escribir su nombre mucho más alto
en el libro de récords.
más para triturar el registro de Hernández y escribir su nombre mucho más alto
en el libro de récords.
Pérez, además, tiene cuatro guantes de oro y posiblemente
sume el quinto en noviembre. Está en el tope de la MLB y es la cara más
representativa de los Reales de Kansas City, heredero de aquel asombro que nos
dejó Baudilio.
sume el quinto en noviembre. Está en el tope de la MLB y es la cara más
representativa de los Reales de Kansas City, heredero de aquel asombro que nos
dejó Baudilio.
Columna publicada en El Nacional, el miércoles 26 de julio de 2017.