La CPBL dio otro paso para reasumir la normalidad en los parques, al permitir desde este domingo que hasta la mitad de las asistencias puedan entrar a los parques para ver juegos de pelota profesional
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
El beisbol profesional de Taiwán permite desde este domingo que cada equipo amplíe la presencia de público en las tribunas, llegando hasta la mitad de la boletería total en cada escenario, en otro paso que mantiene a la CPBL al frente de los deportes espectáculo en todo el mundo, en medio de la pandemia mundial de covid-19.
El principal circuito de pelota en la China insular hizo el anuncio en sus redes sociales, la semana pasada, aunque el detalle pudimos encontrarlo en los diarios en inglés que se publican en la isla: todavía no hay entrada libre, pero sí se han relajado las condiciones, en general.
Pronto habrá tribunas llenas, a este paso.
El circuito taiwanés se jugó a comienzos de abril con asientos vacíos, para permitir luego el ingreso de 1.000 personas a través de los torniquetes. La cantidad subió a 2.000 seguidores por duelo a las dos semanas de abrirse las puertas de los parques.
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Fue en la CPBL donde ocurrió esa rareza de ver cómo un equipo llenaba las butacas de maniquíes y robots. Lo hicieron los Monos de Rakuten.
El diario Taiwan Times explicó que el Centro de Control de Epidemias en el país pidió que se mantuvieran los espacios entre silla y silla, a pesar de liberar las restricciones para el ingreso del público.
Eso, precisa el diario, implica que solamente la mitad de las sillas pueden ser ocupadas.
Los aficionados, en cambio, no estarán obligados a usar mascarillas al estar sentados en las tribunas, aunque sí deberán mantener el distanciamiento social al moverse por los estadios.
Taiwán ha sido uno de los países más exitosos en la lucha contra la pandemia mundial de coronavirus, gracias a una política de exámenes masivos y la alerta temprana, lo que les ha evitado caer en lo que muchas naciones han caído desde que surgió la enfermedad en la ciudad china de Wuhan, casi frente a las costas de la isla.
Por Ignacio Serrano
