Blake Snell amarró hasta el quinto inning los bates de los Dodgers, Brandon Lowe descargó dos cuadrangulares y el bullpen soportó las amenazas rivales, para poner a los Rays en igualdad de condiciones, después de dos encuentros de esta Serie Mundial
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
Los Rays no podían perder este miércoles. No solamente para evitar quedar contra la pared en la Serie Mundial, también por tener a su as sobre la lomita. Y aunque Blake Snell tampoco pasó del quinto inning en esta presentación, entre él y sus relevistas contuvieron la ofensiva de los Dodgers, para igualar el Clásico de Otoño a una victoria por bando.
Esta vez picaron adelante los campeones de la Liga Americana. Brandon Lowe la botó en el primer episodio y de nuevo en el quinto. En el camino, Joey Wendle dio un doble empujador y agregó un elevado de sacrificio poco después.
Tampa Bay ya ganaba 5 por 0 en la alta del quinto y 6 por 2 un acto más tarde. Con ese bullpen, que no solo vive de su fama, parecía clara la celebración. Aunque costó. Ya hablaremos de eso.
Antes hay que hablar de Snell, la razón principal por la que les era obligatorio ganar.
El veterano llegó cortante, con su mezcla de rectas y sliders. No permitió hits hasta el cuarto y repartió nueve ponches. Parecía destinado a algo grande, especialmente al comparar con el resultado de la fórmula que aplicó el manager rival, Dave Roberts: un Tony Gonsolin elegido a última hora y que ha decepcionado en octubre, y el novato Dustin May después de dos bomberos cortos, esperando que fuera capaz de llevar el choque con bien hasta el sexto pasaje, cuando menos.
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Algo está pasando con Gonsolin y May. Quizás sea que no se adaptan al cambio de estilo de Roberts, que respetó la rotación en toda la campaña regular, antes de hacerla trizas en estos playoffs. O quizás la presión les supera. O quizás sea simple mala suerte. El caso es que se combinaron para dejar 2.46 de efectividad en la fase eliminatoria, pero andan con 7.02 en lo que va de postemporada.
Lowe se la botó a los dos. Y fue una albricia. Los floridanos han esperado sus tablazos desde finales de septiembre, porque es uno de los maderos más letales en la divisa. En cambio, tenía .107 de average desde que empezó la acción decisiva de la MLB.
Ah, el beisbol. Esos dos tablazos de vuelta completa fueron hacia la banda contraria. En cambio, todos sus 14 bombazos en la justa regular fueron halados hacia el right.
Curiosidades aparte, Snell se enredó con el control en el quinto. Era de esperarse, en cierto modo, porque en todo 2020 no ha llegado al sexto inning. Y su piloto, Kevin Cash, prefirió llevárselo esta vez, a diferencia del día anterior con Tyler Glasnow, a quien dejó en la loma el tiempo suficiente como para ver que Los Ángeles le hinchara el rostro.
Era el quinto tramo, después de que Chris Taylor la pusiera en las gradas con uno a bordo, para acercar a los californianos. Dos hombres más se embasaron y Justin Turner fue al home representando la del empate. Cash envió a la guerra a Nick Anderson, uno de sus principales cerradores, y Anderson lo ponchó. Oro en polvo.
Los Dodgers volverían a estar a ley de un swing para igualar la pizarra. En el octavo, después de sacarla un rato antes Will Smith y también el encendido Corey Seager, Turner ancló en segunda con un doblete sin outs. Alarma general. Pero Peter Fairbanks no se inmutó. Es la ventaja de contar con un bullpen donde 13 brazos han salvado juegos exitosamente en lo que va de torneo.
Fairbanks retiró a Max Muncy y a Smith, para darle luego la pelota a Aaron Loup y ver cómo el zurdo mantenía la diferencia, que ya era de 6 por 4 y que terminaría por ser el marcador final.
Perder este segundo juego habría marcado un punto de inflexión en la serie. Charlie Morton quedaría como una carta desesperada este viernes, para evitar el riesgo de la barrida. En cambio, el veterano ahora tiene el chance de imitar a Snell y poner en ventaja a los Rays.
Los Ángeles sigue siendo el favorito. Walker Buehler subirá al morrito contra Morton, para demostrarlo. Pero el Clásico de Otoño está muy vivo, y Tampa Bay mantiene la posibilidad de llevárselo todo con su eficaz modo de jugar al beisbol.
Ignacio Serrano