Por Alfredo Villasmil Franceschi
Santo Domingo. Si algo tiene Luis Sojo es que sabe guerrear. Nunca se rinde. No lo hizo como pelotero ni tampoco como dirigente.
Después de 17 días de confinamiento total por haber salido positivo por covid-19, aunque asintomático, el petareño dijo que regresaba con la mascarilla puesta, para enseñarle a los Tigres que deben estar listos para batallar.
“Ya estoy con el equipo, era el momento que estaba esperando para estar nuevamente con los muchachos, con los coaches y tratar que este equipo salga adelante, clasificar y buscar lo que nos hemos propuesto para este año, que es quedar campeón, es lo que queremos”, dijo el piloto de 55 años.
Y el ánimo y entusiasmo se los transmitió a sus dirigidos. Perdían 2-1 en el noveno y un hit productor de dos carreras dejó en el terreno a los Gigantes del Cibao.
Increíble. Retoma las riendas y se lleva el juego de pelota.
“Este equipo tiene el material para ganar”, espetó. “Para eso estamos aquí y eso es lo que tenemos que seguir haciendo”.
Sobre su experiencia encerrado en casa dijo que le afectó mucho.
“Creo que me perjudicó emocionalmente, pero era algo que tenía que hacer por la salud de ellas (su esposa e hija) también”, sostuvo.
Con un calendario que le es adverso, en donde tienen que jugar casi todos los días, pues la próxima fecha libre será en dos semanas, Sojo asume el reto.
“Va a ser un camino bastante duro de recorrer, pero no imposible”, razonó.
Adujo que todo va a depender “de nosotros, de qué tan fuertes física y mentalmente estemos”.
Para Sojo la parte más difícil será que sus pupilos tendrán que jugar varias veces dos juegos por día.
El timonel azul no se quiebra la cabeza por la partida del boricua Fernando De La Cruz el próximo 15 de diciembre.
“La verdad, eso no me preocupa: tenemos unos grandes brazos en el bullpen y lo que viene son cosas positivas, tenemos que esperar que así sea”, aseguró.
Por Alfredo Villasmil Franceschi
