La tropa que dirige el colombiano Luis «Pipe» Urueta suma 11 anotadas y 20 hits en los dos primeros juegos de la final
Por Alfredo Villasmil Franceschi
Hay equipos que son máquinas demoledoras de rivales, otros que tienen una rotación implacable, otros que fildean tan bien que el contrario no sabe por dónde meterse. Pero hay uno en Lidom que es una máquina perfecta de jugar al beisbol y ese equipo es Gigantes del Cibao.
Este martes se fueron a Santiago de Los Caballeros, para medirse en el segundo de la final a las Águilas Cibaeñas. Ganaron 6-2.
“Este equipo fue diseñado para batear mucho”, dijo el manager colombiano Luis “Pipe” Urueta, una vez finalizado el compromiso. “Pero ahora que mencionas lo de la defensa es cierto. Hemos trabajado mucho la defensiva y eso es importante, porque haces el trabajo cuando debes hacerlo”.
En los dos primeros compromisos, los Gigantes han jugado inmaculados a la defensiva y han podido hacer las jugadas de rutina.
“Creo que eso es importante, a la hora de la verdad. Porque así tus lanzadores no trabajan tanto”, explicó el dirigente.
A pesar de estar a medio camino de titularse, pues la serie les favorece 2-0, no se confía.
“Ya el juego de hoy pasó”, soltó Urueta. “Lo que tenemos que hacer es olvidarnos de este y seguir adelante».
Este miércoles se jugará el tercero de la instancia final. Andy Otero es el lanzador designado para abrir por el equipo de las Águilas y Chris Ellis será el iniciador por parte de los Gigantes.
“No te voy a negar que quiero ganar ese cuarto juego, pero aún tenemos serie por delante. No podemos perder la concentración”, destacó Urueta, vía Zoom, una vez finalizado el compromiso.
A la ofensiva, los de San Francisco de Macorís ha conectado 20 hits y fabricado 11 carreras. Entre los indiscutibles se cuentan 6 dobles y un triple. Aún no han sacado jonrones. Pero eso no es nada, en los dos compromisos efectuados sólo cuatro innings de los 18 se los han sacado por la vía rápida.
“Tenemos profundidad”, destacó Urueta. “Una de las cosas que tenemos es que trabajamos mucho y los muchachos se concentran. Hay material suficiente. Si tenemos que descansar a alguien pues lo hacemos. Esa es una de nuestras claves”.
Por Alfredo Villasmil Franceschi
