El veterano lanzador de las Águilas Cibaeñas está fuera del beisbol organizado desde 2014
Por Alfredo Villasmil Franceschi
Quieto en Primera
Santo Domingo. Un nombre poco común resonó en la Serie del Caribe con su actuación sobre la lomita en defensa de las Águilas Cibaeñas: Joe Van Meter.
El derecho estadounidense fue un dictador en el morrito durante seis entradas, este martes. Dejó a Panamá en dos hits y pasó a cinco por las armas. Esto fue más que suficiente para contener a los bates del istmo.
“La clave todo estuvo en que tiró strike en el primer pitcheo”, comentó el catcher Francisco Peña. “Luego mezcló bien los lanzamientos. Eso ayuda mucho, porque los bateadores de otros equipos son bastante agresivos. Hasta ahora todo nos ha salido bien”.
Pero más allá de todo ¿quién es Van Meter?
Su barba larga, de manera triangular, similar a la de un vikingo, intimida a cualquiera, con un aire como de guerrero nórdico.
Su control sobre el plato, su manera de lanzar pegado son efectivos.
Cuando comenzó la temporada de Lidom, allá en noviembre, había sido anunciado para soltar las serpentinas del juego inaugural. Mientras estaba en el bullpen se lesionó del oblicuo y no pudo salir a trabajar. Pasadas las dos semanas de recuperación, comenzó a soltar pelotas. Terminó con saldo de 2.20 de promedio, con 15 ponches en 16.1 entradas de labor y 0.98 de WHIP.
En la semifinal fue utilizado como relevista. De hecho, contra los Toros, hizo un relevo de 4.1 entradas, en donde espació par de hits, permitió una carrera y ponchó a tres.
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Pero ¿de dónde viene este serpentinero?
Nació en Manhasset, Nueva York, el 18 de octubre de 1988. Fue firmado al profesional por los Rangers de Texas la ronda 21 del draft de 2010. Lo máximo que lanzó en el beisbol organizado fue Clase A fuerte, en 2014. De allí en adelante se dedicó a buscar trabajo en ligas independientes.
En la 2019-2020 estuvo en la Liga Mexicana del Pacífico con las Águilas de Mexicali. Allí abrió 12 partidos, lanzó 75.1 entradas, ponchó a 62 contrincantes y dejó marca de 3-4, con 2.20 y un WHIP de 0.96.
Su actuación frente a Panamá no debe sorprenderle a nadie. Sus buenas presentaciones no han sido cuestión de azar. El derecho tiene oficio.
Por Alfredo Villasmil