El slugger venezolano está cada vez más cerca de convertirse en el miembro de la expedición Vinotinto con más imparable en la historia de las Grande Ligas
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
El venezolano Miguel Cabrera continuó este sábado con su cuenta regresiva y, con otro imparable, se colocó a solo 9 de empatar los 2.877 que conectó Omar Vizquel, récord absoluto para la embajada Vinotinto en la MLB.
Cabrera alineó como designado esta vez, luego de defender la primera base el Día Inaugural, y celebró con el resto de sus compañeros, al obtener los Tigres de Detroit su segunda victoria de la temporada, ambas sobre los teóricamente más fuertes Indios de Cleveland.
El aragüeño se fue de 3-1 y dejó sus promedios en .286/.375/.712.
ES HISTORIAMiguel Cabrera llegó a 2.868 indiscutibles en su carrera. Omar Vizquel le espera en el trono para los venezolanos con 2.877, en la casilla 43 de todos los tiempos.Está mucho más cerca de igualar a los legendarios Babe Ruth (2.873) y Mel Ott (2.876), ambos miembros del Salón de la Fama.Su empujada fue la 1.732 y con eso dio caza al mítico Honus Wagner en el puesto 23 de las Grandes Ligas. Apenas le faltan 96 más para meterse entre los 20 mejores empujadores en la historia.
Cabrera se ve saludable e incluso se da el lujo de pedir tiempo de acción en primera base, donde se le vio el jueves lanzarse de cabeza para hacer una estupenda jugada defensiva.
Este mes llegará a los 38 años de edad, razón por la que el manager A.J. Hinch ha dicho querer cuidarlo alineándole mayormente como designado.
LEE TAMBIÉN:
El récord de Vizquel es uno de los pocos que le faltan para arrasar como el mejor bate salido de Venezuela en los anales del beisbol profesional.
Antes le arrebató la marca de jonrones a Andrés Galarraga (lleva 488 y contando), la de anotadas a Bob Abreu (1.458), la de impulsadas a Galarraga (1.732), la de dobletes a Abreu (581) y también es el venezolano con mejor average (.312), slugging (.540) y OPS (.931). Acaso el propio Comedulce será capaz de mantener alguno de los registros que todavía no están en sus manos, como es el caso del promedio de embasado (.395 vs .391).
