Por Ignacio Serrano
El récord de hits que Miguel Cabrera acaba de arrebatarle a Omar Vizquel es apenas una de las muchas marcas que el inicialista de los Tigres de Detroit ha impuesto dentro de la embajada de Venezuela en la MLB.
Cabrera superó los 2.877 imparables que en sus 24 años de servicio consiguió Vizquel, la noche de este miércoles. Así, se adueñó de una de las pocas marcas que aún no estaban en su poder en la expedición venezolana, esa que desde 1939 hace vida en las Grandes Ligas y que ahora acaudilla sin dudar.
El jugador nacido en Maracay, ciudad beisbolera ubicada a 100 kilómetros de la capital del país suramericano, prendió los motores en cuestión de días. Luego de un inicio lento, signado por las lesiones, se ha soltado a batear.
Lo que ha hecho en la última semana no es si no una réplica de sus viejos, buenos tiempos. Conforme se acercaba a Vizquel y desplazaba al mismísimo Babe Ruth en la lista de hiteadores de todos los tiempos, compiló cuatro juegos de dos inatrapables en un lapso de cinco choques, contando el duelo de este jueves.
Parece que las líneas vuelven a salir del madero del pelotero más prolífico nacido en la tierra del gran Luis Aparicio.
Cabrera ya le había arrebatado a Andrés Galarraga las marcas de jonrones y empujadas entre venezolanos. Espera llegar en este misma zafra a los 500 vuelacercas y a las 1.800 impulsadas, fronteras que sus compatriotas jamás han pisado.
A Bobby Abreu le quitó la cima en anotadas, ya muy cerca de las 1.500. Al Comedulce también le desplazó de la vanguardia en dobletes y está rumbo a los 600.
Ningún toletero de Venezuela iguala su average de .312, su slugging de .538 o su OPS de .927, contando entre quienes al menos han disputado 500 juegos. Ese mínimo es el equivalente a unas cuatro zafras completas y él ya va por 19.
Cabrera es el mejor entre los suyos con 1.088 extrabases y 4.961 almohadillas alcanzadas con sus tablazos. Tiene, por supuesto, el mejor WAR (68.9 en la cuenta de Baseball Reference). Acumula 11 llamados al Juego de Estrellas y dos premios al Jugador Más Valioso.
Su carrera ha sido tan notable, que a pesar del declive ocurrido por las lesiones y la edad, a partir de 2017, su OPS ajustado señala que ha sido un toletero 46 por ciento mejor que la media de las Grandes Ligas desde su debut, en 2003.
Futuro integrante del Salón de la Fama, dicen unánimemente los analistas, sin dudar.
Cabrera es líder de los venezolanos en prácticamente todas las categorías ofensivas. Acaso escapan a él aquellas que no son compatibles con su corpulencia y lentitud: los triples y las bases robadas. Solo le falta dar caza al número de bases por bolas de Abreu, para prácticamente completar la cuadratura del círculo, Su paisano se retiró con 1.476, 307 más que el maracayero, a quien todavía le quedan tres años de contrato para alcanzarlo.
Vizquel rebasó los 2.677 hits del gran Luis Aparicio en 2009. Pero ya entonces sabía que ese era un récord prestado. Cuando en medio de su celebración le preguntamos por el nombre de un posible sucesor, no dudó en responder: «Miguel. Ese nos va a quitar las marcas a todos».
En estos días volvimos a preguntarle al ex campocorto por su registro de imparables, la víspera del último envión de Cabrera.
«Sí, siento un poco de nostalgia, porque a nadie le gusta ser el segundo», respondió Vizquel. «Pero yo ya sabía que sería el dueño de ese récord momentáneamente».
Doce años duró como albacea del registro, que ahora está en las mejores manos: las del bateador más productivo y temible que haya nacido en Venezuela.
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Publicada en El Planeta de Boston y El Tiempo Latino de Washington, el jueves 13 de mayo de 2021. Aquí la nota original.
Ignacio Serrano